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Obras públicas

Gallardón liga el pago de la deuda de la M-30 al éxito de la gestión de ACS y Ferrovial

Madrid Calle 30, la sociedad público-privada creada para gestionar la circunvalación M-30, estrenará un modelo de financiación inédito en España, que implica a las empresas aunque no tengan el porcentaje de control. La devolución del 46% de la deuda de la sociedad (que en total asciende a 2.500 millones) dependerá del pago variable que recibirán ACS y Ferrovial por gestionar y mantener la vía. Si incumplen los férreos requisitos del contrato, cobrarán menos.

El equipo de Alberto Ruiz-Gallardón ultima la financiación de la deuda de Madrid Calle 30 con Société Générale, Caja Madrid y Dexia Sabadell. Y tal y cómo ha estructurado los dos créditos por 2.500 millones, deja claro que el peso de los grupos privados que llevan la gestión, ACS y Ferrovial, también será clave en la devolución del dinero. Aunque sólo tienen el 20% y el 80% sigue en manos del Ayuntamiento, la intención que ha presidido este nuevo modelo de compañía público-privada es que 'la mayor parte del riesgo recaiga en las empresas', señalan fuentes municipales.

Con este espíritu, la Concejalía de Hacienda está negociando dividir el pago de esta deuda en dos tramos. El primero sería un préstamo de 1.350 millones que dependerá del pago fijo que el Ayuntamiento empezará a abonar este año a Madrid Calle 30. En realidad, este abono forma parte de los honorarios que perciben Dragados y API (filiales de ACS) junto a Ferrovial por la explotación de la autovía urbana. Este año, con menos de tres meses de actividad, recibirán unos nueve millones.

El más novedoso es el segundo tramo, que supone el 46% de la deuda (1.150 millones). æpermil;ste estará ligado al pago variable que recibirán las empresas por su gestión a través de Madrid Calle 30.

Perciben intacta la cantidad estipulada si cumplen todos y cada uno de los férreos requisitos de mantenimiento y explotación de la carretera: desde el firme del asfaltado hasta la gestión del tráfico en los túneles pasando por atender en éstos una emergencia en menos de ocho minutos. Pero si los incumplen, la penalización puede reducir los ingresos hasta un 20%, según experiencias similares en otros países.

Los bancos hacen simulaciones

En este nuevo modelo todas las partes han hecho simulaciones para asegurarse de que ACS y Ferrovial están capacitadas para cumplir su parte. Ellas mismas lo han hecho, al igual que el Ayuntamiento. Pero, como novedad, también los bancos han realizado sus hipótesis porque casi la mitad del préstamo de Madrid Calle 30 depende de ello, explican fuentes del Ejecutivo local. Aunque apuntan que las empresas son las primeras interesadas en que los pagos no mengüen si quieren que la concesión de la M-30 durante 35 años sea rentable.

El Consistorio ha transferido los 2.500 millones que corresponden a la gran reforma que acomete en la M-30 a la sociedad que comparte con las constructoras. Pero este paso no le ha servido para que la UE, a través de Eurostat, le permitiera dejar fuera de las arcas municipales esta deuda.

De momento, tiene que cargar con ella. Aunque el modelo de sociedad y de financiación que han creado el concejal de Hacienda, Juan Bravo y su equipo coordinado por Juan Alfaro, persigue que a largo plazo Bruselas y el Gobierno central reconozcan el peso primordial de la gestión privada en Madrid Calle 30. Ahora siguen estudiando todas las posibilidades para conseguirlo.

Por su parte, ACS y Ferrovial también están ultimando la negociación para financiar las aportaciones que tienen que hacer como accionistas privados de la nueva sociedad, según fuentes de Madrid Calle 30. Han acudido a Banesto, Fortis y Royal Bank of Scotland, las entidades que les firmaron las cartas de respaldo presentadas al concurso de la M-30. Por tomar el 20% tienen que aportar 90 millones en capital y un préstamo subordinado de 114 millones entre este año y 2006. ¿Qué ingresan? Durante los 35 años de concesión recibirán 7.566 millones más impuestos si no hay fallos que reduzcan la parte variable del pago anual.

ACS y Ferrovial decidieron en julio formar un tándem para presentar oferta. El 22 de ese mes, el Ejecutivo que dirige Alberto Ruiz-Gallardón les adjudicó el contrato estrella de la legislatura. El Ayuntamiento justificó su decisión porque la oferta técnica fue la mejor combinada con la económica. Resultó la segunda más cara a pesar de que el precio pesaba un 60% en la puntuación total. Las dos empresas materializaron la entrada en Madrid Calle 30 el 12 de septiembre tras crear una sociedad conjunta (Empresa Mantenimiento y Explotación, M-30, EME), tal como adelantó Cinco Días.

Nace el consejo con más peso privado del previsto

Primera ampliación. Madrid Calle 30 ha ampliado su capital en 45 millones, la mitad de lo que ACS y Ferrovial deben aportar por convertirse en accionistas (aparte del préstamo subordinado). Así se ha aprobado este mismo mes. Y también se han modificado los estatutos para crear el consejo definitivo de la compañía público-privada.El ayuntamiento barajó dar dos vocales a las dos empresas por su 20%. Pero ha decidido otorgarles más peso. Tienen tres consejeros: dos de Ferrovial (Íñigo Meirás y Pedro Buenaventura, directores generales de servicios y construcción, respectivamente) y Marcelino Fernández Verdes, responsable del área de construcción de ACS. Se turnarán para tener dos puestos. Pero, además, tendrán voz para elegir a otros dos vocales independientes junto con el ayuntamiento, que tiene diez consejeros.

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