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Empleo

Trabajo acude a los juzgados para poner coto a la jubilación parcial

El Ministerio de Trabajo ha detectado un abuso en la utilización de la jubilación parcial. Esta modalidad permite jubilarse antes de los 65 años sin que el trabajador vea recortada la cuantía de su pensión, como ocurre en la jubilación anticipada. Para contener este retiro parcial, la Seguridad Social está recurriendo a los tribunales en los casos que considera que hay abuso de la empresa.

Desde el año 2002, cuando entró en vigor la nueva modalidad de jubilación parcial, se han acogido a este tipo de retiro 50.000 trabajadores. Casi una de cada diez nuevas altas de jubilación del sistema llegan por esta vía, cuya utilización se ha triplicado.

No es de extrañar el éxito que está teniendo esta fórmula de jubilación ya que permite que el trabajador se jubile parcialmente a partir de los 6o años, reduciendo su jornada hasta un 85% y cobrando este mismo porcentaje de pensión, y el 15% restante de la jornada que trabajan (dos meses al año) cobran el salario. También pueden agrupar ese 15% de jornada y trabajar diez meses y luego jubilarse antes de cumplir los 61 años y en el momento de acceso al total de la pensión cobran el 100% de lo que les corresponden, mientras que los que se jubilan anticipadamente por la vía ordinaria ven recortada su pensión hasta un 40%.

Los actuales responsables de la Seguridad Social vienen detectando los efectos perversos de una fórmula que cuesta 100.000 euros por cada jubilado parcial, según calculan fuentes del Ministerio de Trabajo. Así, este tipo de retiro le ha costado ya a la Seguridad Social 10.000 millones en cuatro años. Pero los técnicos de la Seguridad Social han encontrado un resquicio legal por el que intentar contener las jubilaciones parciales. Se trata de la obligación de los empresarios de sustituir a cada jubilado parcial con un trabajador con contrato de relevo. La ley precisa que este nuevo trabajador debe ocupar un puesto igual o similar que el del jubilado parcial al que va a sustituir.

En marzo, Trabajo iniciará un plan de vigilancia sobre el mantenimiento de las condiciones de éstos contratos de relevo. Sin embargo, muchas solicitudes de jubilación parcial de las empresas no cumplen este requisito (sustituyen a trabajadores veteranos y caros por otros jóvenes y más baratos) y además llegan avaladas por la Inspección de Trabajo. Son estas altas de jubilación parcial, que incumplen los requisitos exigidos con el contrato de relevo, las que la Seguridad Social está recurriendo a los tribunales.

De hecho, Trabajo esperaba inicialmente que este año hubiera 30.000 jubilaciones parciales y con los recursos a los tribunales han conseguido que sólo sean 20.000.

Algunos de estos recursos, tanto de la Seguridad Social como de los trabajadores, que también litigan contra Trabajo, están ya en el Tribunal Supremo, pendientes de sentencia. La jurisprudencia será la encargada de dirimir cómo gestionar futuras jubilaciones parciales.

Trabajo quiere acabar con los recursos a los tribunales y para ello, su propuesta de reforma de la Seguridad Social incluye varias medidas para endurecer el acceso a la jubilación parcial, como pasar de 15 a 30 los años cotizados exigidos; ampliar de 15% al 25% la jornada mínima del jubilado parcial; o exigir 10 años de antigüedad en la empresa. Con estas medidas pretende reducir un 40% estas jubilaciones y dejarlas en torno a 20.000 anuales.

Trabajo cree que de no ponerse límites legales a la jubilación parcial, en 2015 la práctica totalidad de las altas de jubilación podrían ser parciales. Además, calcula que en 2040 el coste de esta jubilación alcanzaría los 100.000 millones de euros. Este elevado coste obligaría, según estas fuentes, a terminar aumentando las cotizaciones, lo que dañaría gravemente el empleo.

Una fórmula que se vuelve en contra de la empresa

A los despachos de los responsables de la Seguridad Social llegan constantemente casos de grandes compañías que, instadas por sus comités de empresa, quieren recurrir a la jubilación parcial como instrumento de recorte de plantillas, ya que es el menos dañino para el trabajador, a pesar de ser el más caro para el sistema de pensiones. Ha sido el caso de empresas como Repsol o Seat y otras que, como éstas, se están encontrando que la Seguridad Social está siendo cada vez más exigente y escrupulosa a la hora de autorizar altas de jubilación parcial que no lleguen acompañadas de los contratos de relevo adecuados. Se trata, según fuentes de Trabajo, de impedir que, utilizando la vía de la jubilación parcial, la empresa pueda sustituir un director de oficina por un auxiliar administrativo, por ejemplo. El hecho de que los técnicos de las Entidades Gestoras del sistema estén siendo tan exigentes con este tipo de jubilación se está volviendo en contra de las propias empresas, ya que éstas se encuentran con que los representantes sindicales exigen esta vía de retiro, lo que obliga a la compañía a sustituir forzosamente al trabajador jubilado por otro que ocupe un puesto similar y cobre lo mismo. Esto supone que impide a la empresa usar las jubilaciones como vía de ahorro de costes, tal y como hacen habitualmente en la actualidad.Un estudio del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) demuestra que la jubilación parcial está extendiéndose también en los convenios colectivos, de forma que si se hubieran materializado todos los retiros parciales que prevén los acuerdos colectivos para el ejercicio 2005, este año se deberían hacer 80.000 jubilaciones anticipadas. Sólo el convenio de cerámica de Valencia preveía jubilar a 20.000 empleados por esta vía.

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