El coche del millón de euros pisa España
Parmigiani & Bugatti presenta el deportivo Veyron 16.4
Dicen que cualquier excusa es buena aunque depende de para qué. Sin ir más lejos, la comercialización de un exclusivo reloj de la firma Parmigiani & Bugatti ha permitido conocer por primera vez, en vivo y en directo en España, el deportivo más extremo y radical de todos los tiempos: el Veyron 16.4. La sala Palacio Fortuny de Madrid, en consonancia con los joyeros Aldao, fue el sitio elegido para enseñar ambos productos a la sociedad española. Algún que otro distinguido empresario, como Juan Abelló, no quiso perderse el evento.
Biplaza estricto creado bajo la férrea supervisión del grupo Volkswagen, propietario de la centenaria marca, sus números son de impacto: cuesta algo más de un millón de euros, rinde la friolera de 1.001 caballos y 1.250 Nm de par máximo -escalona la potencia en tres fases, a gusto del conductor y mediante un botón del cuadro-, suma cuatro turbocompresores en su mecánica central de dieciséis cilindros -dispuestos en W-, rebasa holgadamente los 400 km/h. Más humilde es, por contra, su cifra de producción, pues se estima que no pasará de 400 unidades, aunque precisamente añade puntos a la exclusividad de un producto llamado a ocupar un espacio de privilegio en las colecciones de los bolsillos más adinerados del planeta.
Cuentan que hace algún tiempo que acumula tres docenas de pedidos en firme -tres de ellos en España-, previo pago de una reserva en metálico superior a los 50.000 dólares, y como es lógico, la renacida marca no tardará en situar el resto. Su desarrollo completo ha supuesto un reto de proporciones magníficas. Fundamentalmente, por motivos aerodinámicos, pues las escalofriantes prestaciones que logra se lo ponen realmente complicado a una carrocería que se sustenta sobre neumáticos especialmente concebidos por Michelin -antipinchazo PAX-. Además, en fase de desarrollo Bugatti tuvo que lidiar con toda clase de vicisitudes: desde pegas a nivel térmico, hasta fatiga de materiales, etc.
Por todo ello, y porque un producto de semejante filosofía no puede fallar en ningún frente, ha sido sometido a kilometrajes milenarios en todo tipo de condiciones: frío y calor extremos, suelos bacheados de diversa índole, ensayos de fuertes aceleraciones y deceleración/frenada consecutivos a través de un compendio de once prototipos que hace poco terminó su exhaustivo programa de pruebas. Huelga añadir que su artesanal habitáculo hace gala de una calidad 100% teutona, combinando cuero de calidad, que recubre hasta la última esquina del habitáculo, con aluminio pulido y otros materiales nobles.
En lo mecánico, y además de la citada mecánica, se sirve de un cambio automático secuencial -accionable mediante levas ubicadas en la dirección, al más puro estilo de carreras- de seis marchas, junto a un avanzado dispositivo de tracción integral puesto a punto por Audi y un sistema hidroneumático de altura y dureza variables para la suspensión.
Por cierto, la carrocería, en todos los casos bicolor, luce soluciones propias del mundo de la aviación, como el piso con diseño 'efecto suelo' que incrementa la absorción del vehículo hacia el suelo a ritmos endiablados, como si de pegamento se tratase, difusores posteriores incluidos, o el alerón posterior que se eleva automáticamente cuando se conduce rápido.
Un reloj valorado en 200.000 euros
Si impactante resulta el Veyron 16.4, no menos espectacular resulta el reloj que ahora da a conocer la marca italiana. Dotado de movimiento transversal ideado por Parmigiani Fleurier, el Bugatti Type 370 inspira su maquinaria en el propio funcionamiento del motor del coche.Una pieza valorada en 200.000 euros.