La cuna de la Argentina
En Tucumán se firmó la independencia. Allí se mantiene aún el aroma de la inocencia
Acaba el espectáculo de luz y sonido y las gargantas rotas acompañan a los altavoces, que entonan las estrofas del himno nacional; en el patio de la Casa Histórica se ha revivido, como cada noche, la jornada del 9 de julio de 1916, cuando en una sala contigua se proclamó la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata frente a la corona española. Tucumán está por ello en el corazón de cada argentino. También por ser la patria de Mercedes Sosa, que dio al lamento popular de la baguala y a la zamba un eco universal (como también el hijo adoptivo Atahualpa Yupanqui). Tucumán es además la ciudad del 'aire perfumado, luz maravillosa y cielo límpido y profundo que ni siquiera en Italia había visto' el pequeño Marco, el héroe de Corazón, quien encuentra allí finalmente a su madre, tras cruzar de los Apeninos a los Andes.
El relato de Edmundo de Amicis evoca bien aquella Argentina profunda de las estancias y los ingenios de azúcar. Cuando el general Onganía cerró los ingenios de Tucumán, hirió de muerte una industria centenaria que había puesto en pie el obispo Colombres. Lo recordaba hace poco Tomás Eloy Martínez (el conocido novelista es también de Tucumán) en un artículo del diario La Nación al que asomaba sin rebozos el espectro del hambre. Lo cierto es que la economía del norte argentino se desplomó, la renta per cápita cayó a un tercio, y la tasa de desempleo está ahora en torno al 12% (16% después de la zafra).
Sorprenderá, sin embargo, saber que la pequeña Tucumán es la primera exportadora del mundo de limones: 1.350.000 toneladas, de las cuales un millón se destina a la industria y el resto se exporta como fruto fresco. El azúcar es la segunda pata de la economía regional (vuelven a funcionar quince ingenios), que se basa, en general, en la agricultura: tabaco, frutas (fresas) y hortalizas. Esto es posible por la variedad de escenarios naturales, que van de las planicies feraces a las selvas de yungas, siempre protegidas por cordones montañosos como los Nevados del Aconquija o las Cumbres Calchaquíes, que alcanzan los 4.000 metros.
Variedad natural que también tienta al turismo. En la capital, San Miguel de Tucumán, fundada en 1565, no faltan cosas que ver, como la ya citada Casa Histórica, catedral, Casa de Gobierno (que parece un suflé de nata a la parisina), algunas iglesias antiguas y edificios primerizos del siglo XX. Pero lo que más seduce es la vitalidad contagiosa que se derrama desde la Plaza de la Independencia, verdadero ombligo urbano, a la cuadrícula pluscuamperfecta de calles. La vida es barata y segura, para el turista español, que cree revivir la atmósfera cordial y relajada de hace décadas en España.
La selva de yungas da un toque de exotismo tropical al camino que lleva al valle de Tafí. Una vaguada alta (a más de 2.000 metros), que vive esencialmente del turismo: casas de veraneo, estancias, aire libre, artesanía. A la salida del pueblo, la misión de los Jesuitas recuerda su labor entre 1718 (cuando llegaron) y 1798 (cuando les echaron). Cerca también se puede visitar el Parque de los Menhires, que revive la cultura tafí (entre la era cristiana y el imperio inca). Y más al norte, las ruinas de Quilmes son, para los argentinos, el símbolo de la resistencia indígena a los conquistadores españoles; para los españoles, Quilmes es ahora la más deliciosa cerveza indígena.
Guía para el viajero
Cómo ir Air Madrid (902 515251, www.airmadrid.com) tiene vuelos directos entre Madrid y Buenos Aires todos los días, excepto viernes; ese día el vuelo es vía Tenerife; desde Barcelona tiene vuelo directo los lunes, y vía Tenerife, los viernes. Tarifas a partir de 490 euros. Desde Buenos Aires a Tucumán, Aerolíneas Argentinas tiene dos vuelos directos de lunes a viernes, y un vuelo sábados y domingos, y otros dos vuelos diarios con escala; informes y reservas: 0 810 222 Volar (86527).
Alojamiento. Hotel Tucuman Center (54 381 452 5555, www.tucumancenterhotel.com.ar, calle 25 de Mayo 230), muy céntrico, junto a plaza mayor, moderno y bien equipado. Estancias en Tefí del Valle: Las Carreras (54 3867 421473, www.estancialascarreras.com); Las Tacanas (estancia jesuítica) (54 3867 421821, www.geocities.com/lastacanas).
Comer. Restaurante La Leñita (calle 25 de Mayo), un lugar donde los camareros tocan la guitarra y cantan. En Tefí del Valle: Lunahuana (54 3867 421330, www.lunahuana.com.ar) excelentes platos regionales y buen ambiente.