Del rosa al verde, la piel vive el color
Tan bonitas como polémicas y tan difíciles de llevar como apetecibles, las prendas de piel siguen pisando la calle o, mejor dicho, el jardín. En un avance de lo que será el próximo Salón Internacional de la Peletería de febrero, el centro de jardinería Los Peñotes de Madrid se convirtió ayer en una perfecta pasarela en la que pieles y plantas se presentaron en perfecta armonía.
La elección de un ambiente floral no fue fruto del azar. Las pieles que vestirán los días más fríos del invierno 2006/2007 se llenan del color de las flores y se inspiran en los jardines. Abrigos del rosa suave al rojo más fuerte; estolas y chaquetones verdes y profusión de lilas, granates y berenjena son sólo un ejemplo de lo que mostraron ayer muchas de las casi veinte firmas que presentaron sus propuestas. Por supuesto, no faltaron los tonos naturales de la piel y toda la gama de los beis y marrones. Además, el juego cromático no se limita a un solo color. Por la pasarela desfilaron prendas de astracán en verde degradado casi bicolor y blancos manchados y a rayas.
Las pieles protagonistas son el visón y zorro, pero también el conejo, que se trata y se pinta, así como la marta cibelina o el lince.
Una de las tendencias más marcadas para el próximo invierno será el tratamiento que recibe la piel como si de un tejido más se tratara. Su aspecto salvaje se domestica y hasta se disfraza para adquirir texturas similares al terciopelo o, incluso, al raso. Los diseñadores apuestan también por bordar, grabar y decorar las pieles.
Como así mostró la firma Goes, la piel no es sólo para los abrigos. Una falda de ante bordada con pedrería en tonos marrón chocolate y un llamativo jersey con visón silver blue fueron algunas de las propuestas que presentó ayer.
La creadora Nelsy Chelala apostó por el hombre al que vistió con un impresionante abrigo extra largo de astracán afgano napado reversible. Como complemento, una bufanda elástica confeccionada con piel de zorro argenté.
Entre las propuestas arriesgadas, destacaron los navarros de Peletería Groenlandia quienes tiñeron de un suave rosa la piel de lince de un abrigo 3/8 con amplia capucha.
Entre las prendas más deportivas, destacaron las reminiscencias militares, con cierto toque ruso en los cierres. Por ejemplo, los orensanos Araujo Piel presentaron prendas de visón de estilo parka, con cierres con doble botonadura o con cremalleras, puños y trabillas. También la firma J&M apostó por los rasgos militares con abrigos de grandes solapas y talle bajo.
En el desfile de ayer, organizado por la Semana Internacional de la Moda de Madrid y la Organización Empresarial Española de Peletería en colaboración con Saga Furs, sólo se exhibieron pieles de origen controlado, esto es, de granjas dedicadas a la cría de animales para la producción de piel. En 2004, la peletería española facturó algo más de 456 millones de euros, de los que 187 millones fueron en artículos de ante y napa, 120 millones en conejo, 112 millones en alta peletería y 36 millones en cordero.