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Estatuto catalán

Las pequeñas y medianas empresas catalanas piden una rápida tramitación del Estatuto

La palabra que mejor define el estado de ánimo de las pequeñas y medianas empresas catalanas ante el ruido político y mediático originado por el Estatuto recién llegado al Congreso es la de 'inquietud'. Así lo dejó ver ayer en Madrid durante una reunión con periodistas Josep González, presidente de Pimec, la patronal que agrupa a 72.000 empresas asociadas de esta comunidad.

González se mostró partidario de que haya un acuerdo lo más amplio posible sobre el nuevo Estatuto catalán y de que éste, en sus principios generales, sea válido para el conjunto de las comunidades autónomas. En su opinión, este principio de amplio acuerdo debe darse, sobre todo, en el nuevo modelo de financiación.

'Nos preocupa la crispación que se está creando porque eso no ayuda al buen funcionamiento de la economía, señaló el presidente de Pimec. Compartió su juicio el presidente de ATA, Lorenzo Amor, organización que agrupa a 420.000 asociados. 'Hay que respetar el procedimiento democrático por el que discurre el nuevo Estatuto sin crear problemas añadidos a los empresarios', señaló. Tanto González como Amor coincidieron en la conveniencia de que la tramitación del Estatuto sea lo más rápida posible y discurra con el menor enfrentamiento político.

En estas asociaciones empresariales hay preocupación por la incidencia que puede tener entre los consumidores catalanes y del resto de España el boicot promovido desde algunos sectores, en algunos casos no identificados, contra los productos catalanes. En las últimas semanas han circulado por Internet listas de artículos producidos en Cataluña y sus correspondientes alternativas en las llamadas 'marcas blancas'. Buen número de pequeños y medianos empresarios sospechan que detrás de esta campaña, menos sutil, quizás, que la del cava, se encuentran algunas grandes superficies.

Según el presidente de pimec, estas campañas no han tenido, de momento, una incidencia constatable. 'Castigar a una región por pensar en otros términos y penalizarla boicoteando sus productos no es buena solución', dijo Josep González.

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