El tercer AVE une Madrid y Toledo en media hora
La tercera línea AVE de la red ferroviaria española está operativa desde ayer. Se trata del recorrido más corto entre los ya inaugurados (72 kilómetros separan Madrid de Toledo por la nueva vía del tren), pero a la vez es la que tendrá un tráfico más denso. Su programación es de nueve trenes por sentido al día (cada unidad tiene 237 plazas) y la previsión inicial confía en lograr 1,6 millones de viajeros en el primer año de explotación.
Como adelanto del éxito de viajeros que se vaticina, en el viaje inaugural hubo overbooking de altas personalidades. Junto al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, viajaban en el tren la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez; el ministro de Defensa, José Bono; el presidente de Renfe, José Salgueiro; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y el alcalde de Toledo, José Manuel Molina.
Zapatero tuvo tiempo en los 35 minutos que dura el trayecto para entrar en la cabina e interesarse por la tecnología de un tren que integra los adelantos de última generación ferroviaria, el AVE 104. Por su precio de adquisición, sus prestaciones y su consumo, este tipo de material fabricado por Alstom y por CAF ha sido especialmente diseñado para recorridos de media distancia.
Renfe aplica una política tarifaria que permitirá a muchos madrileños y toledanos vivir en una de las ciudades y trabajar en la vecina
Más tarde, una vez en Toledo, y en el marco de una atractiva estación de estilo mudéjar, el presidente del Gobierno, en su discurso, lanzó una idea con la que metió de cabeza al nuevo AVE en uno de los asuntos de mayor actualidad política. Zapatero afirmó que la cohesión territorial de España avanza mucho más con proyectos de este tipo para remediar el retraso acumulado que 'con proclamas ideológicas o reclamos esencialistas'.
El argumento utilizado por Zapatero describe lo que línea por línea ha ido ocurriendo desde que el primer AVE fue inaugurado en 1992. El mayor éxito de la red de alta velocidad, que ya alcanza los 1.000 kilómetros en servicio, es haber puesto sobre el mapa a un número creciente de ciudades medianas y pequeñas que, al calor de las nuevas infraestructuras, han conseguido un importante crecimiento, tanto económico como demográfico.
Tal es el caso de Ciudad Real, Puertollano y Córdoba en la línea Madrid-Sevilla, y de Calatayud y Lérida, junto a Zaragoza, en la línea AVE entre Madrid y Barcelona, cuyo último tramo está todavía en construcción. Ahora le toca el turno a Toledo.
A partir de las 6.50 horas de hoy los trenes inician un servicio ininterrumpido de 35 minutos por trayecto, que se rebajará en breve, entre las estaciones de Madrid-Atocha y Toledo. Renfe aplicará una política tarifaria similar a la que le ha dado éxito en las conexiones con otras ciudades de tamaño intermedio porque han logrado favorecer la realización de viajes diarios de personas que viven en una población e incluso en una comunidad y trabajan en la vecina. El abono de 10 viajes costará 68,1 euros y las tarjetas con opciones de 20, 30, 40 y 50 viajes a realizar en el mismo mes tendrán un precio de 114, 136, 158 y 180 euros, respectivamente.