La mujer cobra menos porque recibe peor empleo
El salario medio del hombre español es un 34,7% mayor que el de la mujer, pero, según un estudio elaborado por Manpower, esta diferencia no obedece a una discriminación salarial en función del sexo. De hecho, un empleado y una empleada que ocupen el mismo puesto de trabajo con una jornada laboral idéntica deberían cobrar el mismo sueldo. Así, las razones de la diferencia entre la retribución media de una y otro hay que buscarlas en que los hombres tienen una jornada laboral más larga, más años de experiencia y trabajan mayoritariamente en el sector industrial, las tres variables que más influyen en la cuantía del sueldo.
'No podemos hablar de discriminación salarial. La discriminación existe pero es anterior, está en la falta de oportunidades para acceder a los trabajos mejor pagados, hay que analizar porqué una mujer no llega a los puestos de mayor nivel y porqué tiene muchas menos posibilidades de ser promocionada', explica Josep Oliver, catedrático de economía aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor del estudio.
A su juicio, el verdadero debate que debe plantearse la sociedad española es acerca de las razones que hacen que un empresario prefiera contratar a un trabajador que a una trabajadora y qué mecanismos se deben aplicar para que esto no ocurra.
Oliver no tiene datos que demuestren su tesis, pero asegura que son las condiciones familiares las que impiden que las mujeres puedan promocionarse. 'El cuidado de los hijos o de cualquier familiar sigue siendo una responsabilidad femenina y esa es la verdadera discriminación, no la salarial'.
La diferencia retributiva entre hombres y mujeres es general para toda la Unión Europea. De hecho, la diferencia en España, donde el sueldo medio de un hombre es un 34,7% superior al de una mujer, es menor que en la media de los países europeos, en los que el porcentaje se incrementa hasta el 41,3%.
Cuando se compara la retribución de un hombre y una mujer españoles con las mismas horas de trabajo, la diferencia se reduce hasta un 19%, y si además de la misma jornada laboral se incluye también la misma experiencia, el porcentaje a favor del salario del hombre disminuye hasta al 7%.
'Si vas añadiendo variables como el sector en el que trabajan, el tamaño de la empresa o la posición de mando que ocupan, la diferencia se va reduciendo hasta ser prácticamente nula', explicó Oliver.
Todas las variables que influyen en un sueldo alto están sesgadas a favor del hombre, menos la educación, en la que aparece un mayor porcentaje de mujeres que de hombres con un nivel alto de formación. Por contra, España es el único país europeo donde todas las regiones (sur, norte, centro y este) tienen una proporción de trabajadoras a jornada parcial y un porcentaje de mujeres en posiciones de mando inferiores a la media europea.
Los datos que ha utilizado Oliver para elaborar el informe Manpower pertenecen a la última ola del Panel Europeo de Hogares de 2001. Oliver asegura que las conclusiones serían 'prácticamente las mismas' si se realizara con los datos de hoy, 'son tendencias muy estructurales y además el mercado laboral europeo está muy estancado'.