Se abre la veda
La sequía y la gripe aviar marcan la temporada de millón y medio de cazadores
La temporada de caza se adentra en su fase de máxima ebullición después de que las órdenes de veda en las distintas comunidades autónomas fueran entrando en vigor a lo largo de las últimas semanas. Hasta el próximo mes de febrero, casi un millón y medio de aficionados se echarán al monte para disfrutar de su afición.
Los expertos advierten, no obstante, que será una temporada atípica por el impacto que conlleva la extrema sequía que se ha padecido este año. La escasez de agua tiene dos consecuencias negativas para la actividad cinegética. Por un lado, en la caza menor, ha afectado gravemente en la época de cría, reduciendo las poblaciones de animales. Y en caza mayor, la sequía ha hecho que tanto el agua como la comida escasearan en montes y sierras, circunstancia que las reses acusan notablemente.
Además del adverso entorno meteorológico, sobre los aficionados se cierne otro nubarrón cuyos efectos están aún por calibrar: la extensión de la gripe aviar. Las autoridades comunitarias estudian las consecuencias de esta pandemia y podrían llegar a prohibir la caza de aves migratorias. La Real Federación Española de Caza (RFEC) se opone a esta prohibición ya que la caza de estas especies 'colabora en la detección de posibles brotes de gripe aviar'.
Dentro de este contexto, los expertos señalan que la temporada en caza menor se presenta mal para la perdiz, la especie más afectada por el mal año de cría como consecuencia de la sequía, y buena para liebres y conejos. Por su parte, en caza mayor, destacan la crisis que atraviesa la captura de rebecos. El alto precio de estas piezas (1.800 euros, aproximadamente), la prohibición de caza en algunas zonas tradicionales, así como la proliferación de enfermedades son algunas de las causas de este declive.
Al margen de los problemas coyunturales como la sequía y la gripe aviar, lo cierto es que el mundo de la caza en España afronta un periodo de crisis. El número de licencias federativas no ha bajado prácticamente en los últimos años, a pesar de que no son obligatorias, y se sitúa actualmente en torno a las 434.000. Sin embargo, sí que se ha notado un descenso en el número total de cazadores ya que el relevo generacional se ha visto dificultado por distintas imposiciones para los que acceden por primera vez al mundo cinegético.
'Una de las actuaciones del nuevo equipo federativo será el facilitar la llegada de nuevos cazadores, cada vez más formados y defensores de una forma de caza ética y deportiva, a nuestro colectivo', explica Ángel Gracia, gerente de la RFEC. En su opinión, es 'imprescindible' que se produzca un relevo generacional entre los aficionados y que los cazadores se impliquen cada vez más 'en la defensa de la actividad cinegética y en el mantenimiento en las mejores condiciones de nuestra biodiversidad'.
Gracia también considera prioritario lograr que se establezca una política de ayudas a las mejoras en los hábitats y en las poblaciones de las especies, 'sean cinegéticas o no'. Asimismo, desde la RFEC también se trabaja para conseguir que se pueda utilizar la vacuna recombinante para el conejo de monte, en trámite de aprobación por la Agencia Europea del Medicamento, 'y que puede suponer un cambio drástico en las poblaciones al acabar con la mixomatosis y neumonía vírica, con la repercusión en todas las demás especies cinegéticas de sus depredadores'.
Por último, Gracia también cree de interés solucionar el problema económico que supone para los cazadores y los gestores de coto los accidentes de carretera. En este sentido, las compañías de seguros ya vienen desarrollando pólizas de automóviles en exclusiva para cazadores que incluyen cobertura para perros, robo de escopeta, asistencia incluso en caminos forestales y responsabilidad civil del remolque.
Un sector que mueve 2.230 millones
Más allá del enconado debate que puede suscitar la caza entre aficionados y detractores, lo cierto es que se trata de una actividad con un indudable impacto socioeconómico.El sector genera alrededor de 2.230 millones de euros al año y da empleo a 15.000 personas, según un estudio realizado en 2004 por la Real Federación Española de Caza.La partida que más dinero aporta es, con 395 millones, la referida a las piezas de caza. El lobo y el rebeco son las especies más caras. Abatir una pieza cuesta 1.800 euros. Les siguen el arui, el ciervo y el muflón.Después de las piezas de caza, el subsector que más dinero genera es el de arrendamientos de cotos de caza (392 millones). La superficie de terrenos acotados para caza en España está en torno a los 36 millones de hectáreas. El 80% de dichas superficies es objeto de arrendamiento a un precio por temporada que oscila entre los seis y los 21 euros por hectárea.Los perros también implican gastos. Cada cazador se auxilia de más de un ejemplar. Considerando los costes de adquisición, veterinario y alimentos esta partida supone 281 millones.Otras actividades relacionadas con la caza que aportan importantes sumas de dinero son las partidas por armas y cartuchos, veterinarios, taxidermistas, licencias, seguros, restauración y hostelería, empresas de aduanas, carpinteros y curtidores.
Cómo iniciarse
¦bull; Licencias. Todo aquel interesado en iniciarse en la caza debe cumplir primero con una serie de trámites legales. Es imprescindible obtener la licencia de caza administrativa. Habrá que tener tantas como comunidades en las que se desee cazar. La licencia federativa es opcional mientras que el seguro de responsabilidad civil y el permiso y guía de armas son obligatorios.
¦bull; Material. En función del tipo de caza habrá que comprar un rifle o una escopeta, cuyos precios oscilan entre los 1.000 y los 3.000 euros. La indumentaria (chaleco, pantalón, calzado) y los complementos (funda, gafas, prismáticos) suponen un gasto medio de 500 euros. También habrá que disponer de varios perros. Pointer, Braco, Setter, Galgo y Perdiguero, algunas de las mejores razas.
¦bull; Cursos. La actividad cinegética requiere de elevada formación. La Escuela Española de Caza (tel. 91 311 14 11) imparte numerosos cursos y seminarios.