Las nuevas tecnologías toman el taxi en Nueva York
Los usuarios podrán reservar hotel y sacar billetes de avión o entradas de cine desde el vehículo.
Para los que a diario luchan por conseguir un taxi en alguna transitada esquina de Nueva York y luego sudan buscando cambio en sus bolsillos para pagar el viaje quizá esté por llegar un alivio.
Los 12.766 taxis amarillos de la ciudad contarán el año entrante con una conexión inalámbrica que, a través de una pantalla, alertará a los conductores sobre pasajeros en espera. Los clientes podrán pagar con tarjeta de crédito, revisar información de vuelos y comprar entradas para el cine. La Comisión de Taxis y Limusinas de Nueva York ha reunido propuestas de 70 compañías, como Bank of America, Sprint Nextel, American Express y Microsoft. La Comisión tiene previsto anunciar este mes los seleccionados para proveer los servicios.
'Esto llevará a un sector dinosaurio al siglo XXI', asegura Michael Levine, dueño de Ronart Leasing, una empresa de taxis con 350 automóviles que su abuelo fundó en 1937. 'Ya era hora de que algo ocurriera'.
Los taxis amarillos, los únicos autorizados en la mayor ciudad de Estados Unidos para ofrecer este servicio, transportan a 238 millones de pasajeros al año y generan unos 1.500 millones de dólares. En Manhattan, en donde tres de cada cuatro familias no tienen automóvil, los taxis transportan a bebés recién nacidos del hospital a casa, realizan pequeñas mudanzas y llevan a visitantes a sus citas. Camisetas, tazas y baratijas de taxis son algunos de los recuerdos más populares de la Gran Manzana.
La vinculación de los taxis a redes celulares y satélites prosigue al incremento del 26% registrado en la tarifa el año pasado, el primero en ocho años, para aumentar el sueldo promedio de los conductores a más de 12 dólares la hora. 'Esto es lo que estamos dándoles a los clientes a cambio del incremento en la tarifa', dice el comisionado de taxis y limusinas Matthew Daus. 'Queremos mejorar la experiencia a bordo de un taxi'.
Los clientes pronto encontrarán un 'monitor de información personal', una pantalla táctil con una ranura lectora de la tarjeta de crédito. La pantalla desplegará la tarifa del viaje y las opciones para dejar propina, y los pasajeros pagarán pasando la tarjeta y colocando su huella digital.
La instalación del equipo completo de pantalla y lector de tarjetas no superará los 4.000 dólares por vehículo. Levine espera que dentro de 18 meses un 30% de los pagos se efectúen de esa manera, ayudados por los viajeros de negocios que no necesitarán recibos de efectivo. En la actualidad alrededor del 87% de los taxis sólo aceptan efectivo. En Nueva York hay unos 41.000 taxistas, el 90% de los cuales son inmigrantes. Cada taxista hace unas 30 carreras al día, con un coste medio de 10,30 dólares.
La pantalla también podrá mostrar un mapa electrónico, los resultados de encuentros deportivos, titulares de noticias, horarios de vuelos y la cartelera de cine, y permitir el registro en hoteles y aerolíneas, dice el portavoz de la comisión Allan Fromberg.
En España son cada vez más habituales los taxis que se sirven de la tecnología GPS para planificar sus desplazamientos y también los que admiten el pago con tarjeta, un medio más seguro que evita el a veces engorroso manejo de efectivo.