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Fusión de las Cajas

Bancaja recrimina a la CAM haberse opuesto a una fusión 'que ahora ya no es interesante'

El presidente de Bancaja, José Luis Olivas, lamentó ayer que el intento de fusionar las dos principales cajas valencianas que se vivió a finales de la década de los noventa resultara fallido por la negativa de la CAM, ya que hubiera creado 'la segunda caja de España por beneficios y el cuarto grupo financiero'.

'Pero ocurre que en las fusiones, como en las bodas, las dos partes tienen que querer y aquí no se cumplía esta premisa', apuntó Olivas en clara referencia a la CAM, que se opuso en todo momento a la unión de las dos entidades pese a la presión que entonces ejerció la Generalitat Valenciana presidida por Eduardo Zaplana.

Olivas quiso aclarar a continuación que la oportunidad para juntar esfuerzos ya ha pasado. 'Desde entonces ha transcurrido mucho tiempo y muchas cosas, hoy sinceramente creo que estamos en una posición diferente y no sería interesante desde el punto de vista económico replantear esa fusión', dijo el presidente de Bancaja.

Olivas incluyó estas manifestaciones en la conferencia El papel de las cajas de ahorro en el sistema financiero español, que pronunció ayer en el Club de Encuentro. El presidente de Bancaja aprovechó para hacer una defensa de estas entidades y calificó de 'contrasentido' el que se critique su buen funcionamiento.

Cartera industrial

Respecto a la competencia con los bancos, Olivas criticó la denuncia de la Federación Europea de Bancos ante la Comisión Europea, por la supuesta asimetría que impide a los bancos comprar las cajas y no al revés. 'De las cajas lo único que no se puede comprar es su razón social, su personalidad jurídica, el resto como los activos o la red de oficinas puede ser objeto de compraventa', dijo Olivas.

Respecto a la presencia de las cajas en el accionariado de grandes empresas, el presidente de la caja valenciana señaló que 'ha permitido que la propiedad no haya pasado con demasiada facilidad a manos extranjeras a partir del momento en el que los bancos y la Administración Pública decidieron desprenderse de sus grupos industriales, evitando así el riesgo que entraña la ausencia total de control sobre sectores estratégicos para el país'.

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