Ken vuelve con Barbie para impulsar los resultados de Mattel
Donde hubo llamas quedaron rescoldos dice el refrán. Y no es menos cierto en el mundo de los juguetes. Ken Carson, el eterno novio de Barbie Roberts, la muñeca perfecta, vuelve con su amor de toda la vida tras año y medio de separación. De lado queda Blaine Gordon, el cachitas surfero que se había interpuesto en la relación que mantenía la pareja desde hacía 43 años. Y por delante, la necesidad de Mattel de impulsar las renqueantes ventas de su muñeca de referencia.
Desde la sede de la compañía juguetera en El Segundo, California, llegan rumores de que Ken, que nació en 1961, dos años después que Barbie, podría recurrir a la cirugía plástica para recuperar el corazón de su chica. Está previsto que la presentación oficial con su nuevo aspecto se produzca la próxima primavera. Por el momento, Russell Arons, representante personal de Ken, se limita a anunciar en un comunicado que 'un cambio de imagen es justo lo que Ken necesita para volver a ser el centro de atención'.
La reacción de los estilistas de Hollywood no se ha hecho esperar. Para Phillip Bloch, asesor de imagen de actores como John Travolta o Sandra Bullock, 'Ken es uno de esos tipos que tiene un estilo demasiado definido. Uno tiene que ser capaz de cambiar estos días, ser capaz de arreglarse para ir a los Oscars o los Emmys o aparecer con zapatillas de dormir'. Pero por más que ha intentado conservar su aspecto de veinteañero como el primer día, a Ken se le han echado los años encima.
'Buena parte de las mejoras del tercer trimestre se vieron lastradas por los descensos en ventas de Barbie', afirmó el presidente de la compañía
Desde que hiciera su primera aparición, Ken ha tratado de ir siempre a la moda. Al principio con el pelo rapado, más adelante se convirtió en Mod y, en los años setenta y ochenta, alternó el look discotequero con un aire playero. Tampoco se ha quedado corto en cuestión de profesiones. Sólo en los noventa fue hombre de negocios, jugador de béisbol y estrella de rock. Al final tanto ajetreo le ha pasado factura. En 2004 cambió los lineales de las tiendas por los palés de los almacenes.
El regreso de Ken se produce en un momento delicado para Mattel. El gigante de los juguetes no termina de adaptarse a los cambios del mercado. Las ventas globales de la compañía en el tercer trimestre del año fueron de 1.670 millones de dólares, un 5% menos. Robert A. Eckert, presidente ejecutivo del grupo, no dudó en calificar estos ingresos como 'decepcionantes' el mes pasado y reconoció que 'buena parte de las mejoras en nuestra cartera se vieron lastradas por los descensos en la marca Barbie'. A nivel mundial, esta muñeca sufrió caídas del 18%. En EE UU el bajón fue todavía más acusado: hasta un 30%.
Y es que esta peculiar novia de América ha visto cómo le surgían feroces rivales en los últimos años. Entre ellas las Bratz, de MGA Entertainment. Estas muñecas de minifaldas, morritos pintados y toque étnico facturaron en 2004, apenas tres años después de su lanzamiento, cerca de 1.100 millones de dólares. Pero las Bratz no son el único problema que afronta Barbie. 'Los niños tienen mucha información. Por eso los juguetes tienen que competir con videojuegos, películas, material escolar...', opina Guadalupe Corzo, analista de NPD. En el caso de España, 'la categoría de muñecas sigue siendo la más importante. Pero esto es algo que no pasa en otros mercados europeos'.