Fondos europeos, al alcance desde Chequia
La Ley de Concesiones que está a punto de aprobarse en la República Checa, fijará las condiciones por las que las empresas radicadas en ese país podrán optar a los nuevos Fondos Estructurales, desviados a los países de la ampliación de la UE. España ha empezado ya a notar una menor llegada de fondos europeos, pero será previsiblemente a partir de 2007 cuando los españoles notarán un mayor recorte de esta financiación.
Ante esta situación, países del Este de Europa, como la República Checa, empiezan a ofertar como un atractivo más de su tejido productivo para atraer a las empresas extranjeras, la posibilidad de acceder a los fondos europeos en los próximos años, cuando Bruselas ya no sea tan generoso con España.
Así lo explicaba recientemente la consejera comercial de España en la República Checa, Soledad Alcaide, ante medio centenar de empresarios españoles que visitaron Praga para asistir al encuentro económico organizado por el grupo editorial Euroempresa. Según Alcaide 'para optar a estos fondos será clave que las empresas españolas den el paso de radicarse previamente en la República Checa, bien en solitario o, mejor, asociándose con una empresa checa'.
La consejera comercial española precisó que serán las empresas constructoras, sobre todo, las que tendrán más fácil conseguir licitaciones de obra pública financiadas por la UE, de la mano de socios del país centroeuropeo (lo que ya se conoce como las empresas hispachecas). Otros sectores con oportunidades de negocio similares son, según Alcaide, los del embalaje, los componentes o la cerámica.
Buena gestión
El propio primer ministro checo, Jiri Paraoubek, instó a los empresarios españoles de visita en Praga 'a que colaboren con los checos en la gestión de los fondos europeos que les llegar ahora'.
La República Checa recibirá entre 2004-2006 unos 2.630 millones de euros y cualquiera que sea el resultado de las actuales negociaciones presupuestarias, éste país seguirá recibiendo importantes fondos.
Hasta antes del desembarco de Telefónica en Chequia en abril con la compra de Cesky Telecom por 3.883 millones de euros, las inversiones españolas en este país sólo sumaban 150 millones de euros y suponían tan sólo el 0,4% del capital extranjero. Se trata de un terreno copado por Alemania, de donde vienen, desde hace diez años, uno de cada tres euros de inversión extranjera. No es de extrañar esta fuerte presencia germana ya que los checos comparten 800 kilómetros de frontera con Alemania y lindan también con Austria, Eslovaquia y Polonia.
De ahí que el consejero delegado del Grupo Euroempresa, José Terreros, asegure que la República Checa es 'un plagio de la forma de hacer negocios de Alemania', lo que constituye un ensayo perfecto para las empresas españolas que quieran dar el salto al resto de países centroeuropeos'.
Ventajas e inconvenientes
El salario medio checo de 650 euros, una renta del 71% de la media UE 25 (salvo en Praga que supera el 130%); un impuesto de sociedades del 26% y absoluta libertad de horarios comerciales son algunos de los indicadores que hacen atractivo este país para la inversión.
Si bien otros aspectos como la lentitud administrativa (se tarda entre seis y nueve meses en constituir una empresa), las elevadas cotizaciones empresariales del 47% (35% a cargo del empresario) o la casi nula receptividad bancaria a prestar financiación son algunos inconvenientes conocidos.
Otra fórmula interesante para desembarcar en Chequia son las franquicias, 'absolutamente desconocidas en este país', explicó el consejero de Franquicias checo, Ales Tulpa. De hecho franquicias como Lizarran o Tapelia, con fuertes expectativas de negocio en la hostelería de Praga, formaron parte de la expedición española.