"Estamos preparados para dar el salto al mercado europeo"
Con los primeros acuerdos cerrados para vender su moda en el exterior, el diseñador destaca que el potencial de crecimiento de la compañía es enorme
Hace algo más de un año, el diseñador gallego Roberto Verino marcaba 2005 como el año en que su empresa daría el salto al exterior. El acuerdo con la cadena mexicana Liverpool y la firma de dos contratos de masterfranquicia en México y Oriente Próximo suponen la certificación de la apuesta internacional del diseñador gallego.
Se van cumpliendo los plazos.
Sin duda, y además con buen resultado. Tenemos ya ese proyecto de expansión para que en dos años podamos estar en doce puntos de venta de Liverpool con mujer, que es con lo que empezamos, pero también con hombre, que es importante. Además hemos firmado el acuerdo para empezar en marzo con una tienda monomarca similar a las que tenemos en España, que tendrá las colecciones de hombre, mujer y complementos, y que se ubicará en un centro comercial que se llamará Los Atrios.
¿Es ese el camino en México, compatibilizar los puntos en los Liverpool y las tiendas?
Sí, porque Los Atrios es el inicio de una expansión de tiendas de calle que tiene como intención crecer tanto en México DF como en otras tres o cuatro ciudades del país. Habrá seis puntos de venta en dos años
¿Qué fórmula se ha elegido para este desarrollo mexicano?
El acuerdo con Liverpool es que nos apoyamos en su estructura funcional mientras que con Los Atrios es un masterfranquiciado con el que desarrollaremos esa expansión. Es una empresa muy preparada, que se dedica a la apertura de centros comerciales y que le interesan marcas como la nuestra.
¿Por qué eligió México? ¿Por la facilidad de replicar el modelo español de corners en grandes almacenes y tiendas?
Más que elegir México, ellos nos han elegido a nosotros. Nuestro objetivo fundamental era estar en Nueva York porque eso nos ayudaría a darnos a conocer como una empresa de éxito en todo el mundo. Pero es muy difícil. Ahora estamos a las puertas. México nos puede servir de catapulta porque ya hay zonas de Estados Unidos, como Miami, donde hay interés para que vayamos.
¿Y en ciudades clave para la moda como París, Milán o Londres?
Queremos hacer también nuestros deberes en Europa, porque ahora ya estamos preparados, ya tenemos un desarrollo de imagen con la suficiente personalidad para ser reconocidos en el mercado internacional y ahora lo que tenemos que hacer es ponerle plazos y marcar objetivos concretos porque ya es un camino sin retorno.
¿Cómo ve esos plazos?
Estamos aprovechando las oportunidades, como en México. Y aunque yo diga que prefiero empezar por Nueva York, si no podemos estar, no vamos a dejar de estar en otros sitios, como en Oriente Próximo, donde están previstos trece puntos de venta. En Francia tenemos previsto empezar las negociaciones con galerías Lafayette y Printemps.
¿Cómo afronta la empresa la situación de crisis del sector textil?
Tenemos una única fábrica, la de Verín, la que tenemos de siempre. Pero lo que fabricamos allí es muy poco comparado con lo que tenemos que fabricar. El resto lo hacemos en Galicia, en Zaragoza, en Barcelona, en Portugal, en Italia. Eso al margen de los complementos que se hacen en las zonas donde están esos sectores, bolsos en Ubrique, zapatos en Elche...
No le tienta China.
A mí no preocupa mucho el precio de coste del producto. Me interesa mucho más ofrecer la mejor calidad posible, ofrecer un marco donde se valore lo que haces, donde la marca tenga entidad, donde la gente no venga a comprar porque le cueste tirado.
En China tenemos que estar no buscando la producción barata si no vendiendo nuestro producto de marca, porque creo que es una enorme oportunidad de negocio. Estamos en un momento en que no nos damos cuenta del valor que nos otorgan a los productos españoles en el extranjero.
¿Y qué hay que hacer para aprovechar esa oportunidad?
Ordenar bien nuestros proyectos y hacerlo con garantía, porque nos están pidiendo a gritos que vayamos a competir con franceses, con italianos, con americanos... Porque lo que aportan no es más de lo que aportamos nosotros. Lo que tienen es más tiempo de empresa, pero nosotros tenemos empresas más jóvenes, más dinámicas y con criterios de distribución innovadores.
¿Y cómo se llega al nivel de las grandes marcas?
Tenemos una capacidad de crecer en la que el único límite es nuestra organización, porque incluso los recursos económicos son lo más fácil de conseguir. Lo más difícil es el equipo humano, que vaya todo perfectamente ordenado y al unísono. Por eso decía que España como país joven en términos de empresa ha establecido unas estrategias que está haciendo que nos vean como un enorme competidor. Sólo hay que ver los casos de Zara, Mango o Adolfo Domínguez.
'Hay demanda de una línea más sport'
El desarrollo de la empresa, según Roberto Verino, no precisa abrir el capital, sino ideas. Entre ellas está la de abrir tiendas de complementos y crear una línea más sport para llegar al español medio.
¿Cómo se plantea la empresa la necesidad de financiación que exige su expansión? ¿Descarta abrir el capital?
No es un problema económico, es un problema de gestión. Estoy dispuesto siempre a la unión con posibles socios pero que me aporten solidez en lo que me parece conveniente, que es la gestión tanto desde el punto de vista de la producción como de la logística y los recursos humanos, porque para lo demás, para ir al ritmo que nosotros podemos ir ya estamos nosotros. Y para la financiación ya hay entidades financieras que se ocupan de eso. Pero ¿de qué me vale a mi tener mucho capital si luego lo otro no crece al unísono?
¿Qué objetivos, al margen de la salida al exterior, se plantea como esenciales para seguir desarrollando la compañía?
Nosotros ahora mismo tenemos una situación que yo calificaría de mágica, emocionante. En España tenemos que empezar a desarrollar las líneas de complementos, los regalos, ese concepto de lujo complementario, valga la redundancia. Eso nos permitirá crecer con unos puntos de venta más pequeños que nos harán llegar a sitios donde ahora no podemos. Y también hay una demanda de que hagamos una ropa más sport, más casual, que permita llegar al consumidor medio español. El potencial de crecimiento de la compañía es tal que, sin dejarnos llevar por el optimismo, no podemos desaprovecharlo.
'Necesitábamos redondear el proyecto para salir al exterior'
'Hasta que no tuviésemos el concepto de tienda que estamos ensayando en Madrid, Barcelona, Valencia y Vigo, nos parecía que íbamos faltos de algo, porque al fin y al cabo aquí en España hay un reconocimiento de toda la labor de Roberto Verino que, aunque no estuviesen avalados por una tienda tan atractiva, ya valía. Pero cuando sales al mercado exterior, a pesar de que te conocen por otros productos, como la cerámica, los perfumes o las gafas, es muy difícil competir con compañías que ya llevan mucho tiempo y tienen otras armas de seducción', explica Roberto Verino.Esa 'arma de seducción' con la que ahora ya cuenta el diseñador gallego es un concepto de tienda similar al de otras grandes marcas del diseño. Una oferta más completa y 'puesta en valor' en las tiendas propias que ofrecen una imagen exportable al exterior y capaz de competir con los grandes. 'Había que redondear todo nuestro proyecto', señala.Ahora, 'tras haber cuadrado el círculo', el diseñador considera que están listos para afrontar el desarrollo. Insiste en que la compañía se encuentra en un momento 'mágico', y se muestra dispuesto a aprovechar el potencial que tiene la empresa tanto en España como en el exterior.Con todo, el diseñador matiza y expresa su voluntad de no dejarse llevar por el optimismo. 'No podemos olvidar que en 1986 tuvimos un gran crecimiento que nos acabó estrangulando y tuvimos que parar para replantearlo todo'.Mientras, el 'universo Verino', como lo denomina el diseñador, sigue creciendo. A las colecciones de mujer y de hombre se unen los complementos y con el tiempo se irán incorporando otros vía licencias que ya está negociando, como los relojes, la ropa para el hogar o el mobiliario, para tener una oferta global.
Nueva York tendrá que esperar
'Los americanos no aceptan fácilmente a alguien que no vaya a invertir allí muchísimo dinero', explica Roberto Verino para justificar que aún no haya podido abrir una tienda en Nueva York, como es su objetivo. 'Para poder estar allí necesitamos, más que invertir tanto, encontrar un socio que viese el potencial tanto de nuestra empresa como de nuestro país. En ese camino estamos', apunta el diseñador.