Oportunidades en renta fija
La deuda emergente es una de las pocas opciones que muchos ven en los bonos
El extraordinario comportamiento de la renta fija de países emergentes tuvo su punto culminante cuando el pasado 3 de octubre los diferenciales, la prima que los inversores exigen por poseer deuda de mayor riesgo que los bonos del Tesoro estadounidense, alcanzó los 241 puntos básicos. Ello equivale a decir que el rendimiento del índice de referencia de la deuda emergente, JPMorgan EMBI+, se situaba en tan sólo 2.41% más que el de la deuda del Tesoro estadounidense equivalente, un mínimo histórico.
Básicamente, el significado de este movimiento, que se ha venido produciendo en el último par de años, es una mayor confianza en los fundamentales de las economías de los países emergentes y, por consiguiente, una reducción de la percepción del riesgo. Rendimientos decrecientes en la renta fija tienen un efecto inverso positivo en los precios de los bonos, por lo que las rentabilidades obtenidas por la deuda emergente, están siendo excelentes. La inversión a través de fondos de inversión es quizás la única opción práctica, barata y razonable de entrar en este tipo de activo y el gráfico central, pone de manifiesto los fantásticos retornos medios obtenidos por los mismos, en lo transcurrido del todo el año 2005.
La rentabilidad media acumulada por los fondos, pertenecientes a la categoría Lipper Renta Fija Emergente Global, supera el 30% en los tres últimos años, sin embargo, no conviene olvidar que su volatilidad media, medida por la desviación estándar anualizada, supera el 8%. Esta volatilidad es cercana a la de un fondo de renta variable, de tipo más 'conservador', como la española o la de la zona euro, por lo que así se debe valorar su nivel de riesgo. Un ejemplo práctico y muy cercano para entender la elevada volatilidad, es lo sucedido en las dos primeras semanas de octubre, tras alcanzar el diferencial el mínimo histórico anteriormente mencionado. La mezcla de una mayor aversión al riesgo, tras el repunte inflacionista, y, en especial, la toma de beneficios, tras alcanzar la deuda emergente niveles récord y, acordes a muchos, caros, llevó al diferencial desde los 241 puntos básicos hasta los 278 en menos de dos semanas. Su efecto fuertemente negativo en las rentabilidades de los fondos se puede observar también en el gráfico central, con una corrección que se aproxima al 4% en una espacio de tiempo relativamente corto.
La pujanza de América Latina
El análisis por regiones pone de manifiesto como la deuda latinoamericana ha tenido un comportamiento muy superior al de la Europa Emergente. Concretamente, Brasil, país cuyo peso en el índice de renta fija emergente global JPMorgan EMBI+ es el mayor con un 23%, y disfruta de las emisiones con mayor liquidez, se ha situado entre los más destacados. La buena marcha de su economía, gracias en gran medida al elevado precio de las materias primas, no ha supuesto tensiones inflacionistas, sino al contrario, la inflación ha continuado con su tendencia decreciente de los últimos cuatro años, para terminar el año probablemente en poco más del 5%.
Sin embargo, la cruz de esta moneda pueda encontrarse en los efectos del reciente inicio de bajadas de tipos de interés por parte del gobierno brasileño. Después de 17 meses de mantener los tipos en un elevado 20%, lo que ha permitido seguramente controlar la inflación y propiciar la entrada de divisas (dólares fundamentalmente) en busca de las altas rentabilidades ofrecidas por su deuda, nos encontramos ya en el 19%.
Perspectivas complicadas
Se esperan mayores bajadas este año y el que viene, que acorde a las medias de una encuesta recientemente realizada por Reuters, entre 15 estrategas de mercados emergentes, se situarán en el 18% a finales del 2005 y en el 16,75% en marzo del 2006.
La encuesta de Reuters apunta también al cambio de tendencia en la evolución del tipo de cambio entre dólar y el real brasileño. Tras la fuerte apreciación del último año, que llevó al real a cotizar a un máximo de cuatro años de 2,21 por cada dólar, la media de los encuestados lo sitúa en 2,46 dentro de doce meses. Sin duda, otro factor que amenaza la evolución futura de este activo, junto con las turbulencias políticas que acosan al gobernante Partido de los Trabajadores.
ANÁLISIS. Tensiones en el real brasileño
Mientras el escenario global sea positivo y los mercados bursátiles sean alcistas, es probable que la deuda emergente global y brasileña continúe con su tendencia positiva.Sin embargo una hipotética depreciación del real, ha visto aumentada sus posibilidades, tras conocerse las recientes compras de dólares de al menos 2.500 millones de dólares por parte del Gobierno.El Ejecutivo quiere detener la apreciación del dólar para que no termine dañando sus exportaciones y crecimiento económico.