La Bolsa da la espalda a gigantes empresariales del siglo XX
La Bolsa es un ecosistema en evolución constante. Los ciclos económicos traen historias de éxito y fracaso que cambian el mapa de poder en el mercado. Sobrevivir en un mundo cada vez más globalizado, dinámico y competitivo no es fácil. Bien lo saben los ángeles caídos, empresas emblemáticas que no logran adaptarse a los nuevos tiempos y ven su capitalización reducida a la mínima expresión. General Motors es la última víctima de Darwin.
El gigante de Detroit, estandarte de la industria del automóvil estadounidense, se enfrenta a un futuro complejo. La suspensión de pagos de su proveedor Delphi, empresa que hasta hace seis años era su propia filial y que sigue suministrando la mitad de sus componentes, amenaza su continuidad. Una crisis agravada por su deuda astronómica, su degradación a la categoría de bono basura por parte de las agencias de calificación de riesgo y la investigación abierta esta semana por el regulador estadounidense ante sospechas sobre sus prácticas contables.
Las medidas drásticas que ha emprendido no terminan de dar sus frutos. Y los resultados del tercer trimestre arrojaron pérdidas récord. La pérdida de peso en Bolsa refleja la crisis. Ha pasado de valer 78.800 millones de euros en el año 2000, a los 12.800 millones, menos que Iberdrola.
Ford y DaimlerChrysler también se han resentido de la competencia que llega de Asia. Pero si bien, la lucha por la supervivencia amenaza a unos, en Toyota se encuentra la cara opuesta de la moneda. El fabricante nipón pone en evidencia a sus rivales. 'La compañía ha aprendido a optimizar las economías de escala y sus técnicas de gestión le han catapultado al éxito', explica Eduardo Ballarín, profesor del IESE. Las cifras hablan por sí solas. Cerró 2004 con un beneficio de 8.637 millones de euros, que igualó la suma de GM, Ford, Daimlerchrysler y Volkswagen. En Bolsa su capitalización de mercado alcanza ya los 135.600 millones de euros, una cifra superior a los 83.800 millones que valen sus cuatro rivales juntas.
La lista de ángeles caídos es numerosa, y va mucho más allá de la automoción. La hegemonía de Eastman Kodak también pende en la cuerda floja. La principal empresa de fotografía del mundo no ha sabido adaptarse a la era digital y acaba de anunciar unas pérdidas récord de 1.030 millones de dólares en el tercer trimestre. La falta de credibilidad de su negocio le ha costado la cuarta rebaja de rating este año por parte de Standard & Poor's, que ya no considera la compañía apta para la inversión. Su capitalización se ha reducido a 5.000 millones de euros, una cifra inferior a la de Metrovacesa. Canon, un contrapunto en el sector, acaba de elevar sus previsiones de beneficio, y vale ya en Bolsa unos 38.000 millones de euros.
'Kodak ha visto amenazada su capacidad generadora de flujos, mientras que General Motors ha fracasado al intentar crear valor desde la financiación. La mejor forma de crear riqueza es vía activos', comenta Juan Pedro Gómez, profesor del Instituto de Empresas.
La operadora AT&T también ha visto tambalear su imperio. La compañía que fundó Alexander Graham Bell cuando inventó el teléfono llegó a convertirse en la referencia mundial del sector. Los últimos 20 años, sin embargo, han hecho tambalear su imperio. 'Las trabas regulatorias fueron el comienzo de sus problemas', comenta Alicia Jiménez, de Self Trade. SBC, una de las operadoras regionales nacidas de AT&T en 1984, cuando el gobierno de EE UU forzó la ruptura del monopolio, está a punto de engullir a la que otrora fue su matriz. Ha crecido hasta alcanzar una capitalización bursátil de 65.200 millones de euros y acaba de recibir el visto bueno del regulador para hacerse con AT&T, que hoy vale unos 13.000 millones.
No hay que remontarse en exceso para encontrar más ángeles caídos. Esta semana, Marconi, uno de los referentes en el Reino Unido, ha sufrido las últimas consecuencias de los excesos que cometió durante la euforia tecnológica. La empresa, de más de 100 años de edad, no ha sabido salir de la crisis y Ericsson se ha hecho con ella.
La lista es larga, aunque algunas empiezan a salir del agujero. El gigante suizo ABB, amenazado con la quiebra en 2002, acaba de anunciar el primer beneficio en 5 años. La llegada del nuevo equipo gestor hace un año empieza a dar frutos a esta compañía de 120 años.
La selección natural también renueva las historias de éxito. El estallido de la burbuja tecnológica acabó con cientos de empresas de Internet pero permitió el nacimiento de Google. Una empresa que se ha convertido en la más negociada del mundo y vale ya 87.150 millones de euros en Bolsa.