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Unión Europea

Danuta Hübner:"España recibirá menos fondos"

La responsable de los fondos estructurales pide un acuerdo urgente sobre el presupuesto comunitario para 2007-2013. Cree que España puede mejorar su saldo con la UE propuesto en junio, pero mediante la renegociación del cheque británico

Danuta Hübner (Polonia, 1948) inicia el lunes una visita oficial a España en la que recorrerá varias de las comunidades autónomas llamadas a perder a partir de 2007 una buena parte de los fondos europeos que reciben. La comisaria europea de Política Regional sabe que el mensaje no es fácil de trasladar a las poblaciones afectadas, ni siquiera para ella que habla un castellano casi inmaculado. Firme defensora de la política de cohesión, anima a España a reorientar sus inversiones, pasando 'de las infraestructuras a las nuevas tecnologías'. Cree, no obstante, que 'no hace falta reservar parte de los fondos para I+D porque uno de nuestros objetivos ya es aumentar la capacidad de innovación'.

La incorporación de Polonia y otros nueve países se presentó en su día como la unificación de Europa, pero parece haber paralizado a la UE.

Mi opinión es distinta sobre la reciente ampliación. Con los 10 nuevos socios, Europa tiene un potencial económico y político mucho mayor que la Europa de los 15. La impresión en la opinión pública es la contraria, porque mucha gente no ve la ampliación como una oportunidad, sino como una amenaza. Es un desafío cambiar este sentimiento en Europa, porque, aunque lo entiendo, resulta muy peligroso.

'El capítulo de cohesión está casi resuelto. El compromiso hay que buscarlo en el cheque británico'

'Las regiones españolas no van a perder los fondos de un día para otro. Habrá periodos transitorios generosos'

La negociación presupuestaria muestra que es difícil funcionar con 25 países con el mismo dinero que cuando había sólo 15. ¿Cree que podrá alcanzarse un acuerdo bajo la presidencia británica?

Todo es posible, pero, si los líderes europeos comprenden su responsabilidad, no hay otra solución que adoptar en diciembre la decisión sobre el presupuesto para los próximos siete años porque ya hoy vamos con retraso. Los programas de gasto necesitan tiempo para prepararse y hay que disipar la incertidumbre que se está apoderando de las regiones que esperan los fondos.

¿Pero ha cambiado algo desde que las negociaciones se estancaron en junio de este año?

Sí. La presidencia británica ha tenido contactos bilaterales y a principios de noviembre presentará una nueva propuesta. El punto de partida debe ser el principio de acuerdo alcanzado en junio porque los Estados lo ven como algo bien equilibrado aunque necesita algún ajuste. En política de cohesión, hubo un compromiso en junio, así que no hay ninguna necesidad de buscar uno nuevo.

Me sorprende que dé por cerrado el capítulo de cohesión.

No, no quiero decir que esté resuelto, pero no hubo reservas, ni fue la razón de que no hubiera acuerdo.

España votó en contra y ha dejado claro que cambiar ese voto tiene un precio. ¿Qué se le puede ofrecer?

Con la UE ampliada y con el crecimiento económico de España, varias regiones españolas salen de los objetivos más generosos de la política regional. Esto quiere decir que con un presupuesto tan bajo como el que se quiere acordar, España va a tener menos fondos en 2007-2013. Es un hecho. Pero comprendo a España no le preocupa sólo la parte que recibe, sino también lo que contribuye al presupuesto. Comprendo que hay que mirar las dos partes de la situación.

Se refiere al cheque británico.

Creo que es ahí donde los países deben encontrar el acuerdo que no se alcanzó en el mes de junio.

¿Cuál es su mensaje para las regiones que van a perder fondos?

No van a perder los fondos de un día para otro. Si alcanzamos el acuerdo en diciembre, utilizaremos la base estadística de 2000, 2001 y 2002. De ese modo, Andalucía, Castilla La Mancha, Extremadura y Galicia seguirán en el objetivo 1, que es el más generoso. Asturias, Murcia, Ceuta y Melilla van a sufrir el efecto estadístico de la ampliación, pero con un régimen transitorio bastante generoso. Y Canarias, Castilla y León y la Comunidad Valenciana entran de manera natural en el objetivo 2, pero con un período transitorio que es más generoso que ese objetivo.

El objetivo de la política de cohesión era la convergencia con el nivel de renta de Alemania u Holanda. Ahora se le dice a las regiones españolas que no tienen derecho a fondos, no porque sean más ricas sino porque Europa es mucho más pobre.

Es verdad que existe el denominado efecto estadístico. Pero es, por encima de todo, la consecuencia del hecho de que los Estados miembros no quieran aumentar los presupuestos.

España se ha propuesto no ser contribuyente neto hasta 2014. ¿Cree que lo puede conseguir?

Cuando hablo con mis amigos españoles les digo que llega un día en que uno es víctima de su éxito. Durante muchos años, España ha aprovechado los fondos estructurales de manera excelente. Todo el mundo admira el planteamiento y la eficacia de la administración española. Estuve en Andalucía, por ejemplo, que sigue siendo objetivo 1, y vi cómo su utilización de los fondos está entre las mejores de Europa. Pero, claro, llega un día en que se sale de esa situación. Se puede decir que es una lástima percibir menos fondos, pero por otra parte debe suponer un motivo de orgullo por lo que se ha logrado. Y España ha logrado muchísimo, pero debe comprender que un día va a ser un país que va a tener que ayudar a los otros.

¿Cuándo llegará ese día?

(Sonríe). No lo sé. Quisiera decirle a España que se desarrolle lo más rápido posible, pero también entiendo que hay todavía regiones que sufren un retraso y debemos ayudarlas.

'Me sorprende lo difícil que es tomar decisiones con 25 socios'

Ha sido la primera persona en representar a Polonia en la Comisión Europea, pero conocía los pasillos de Bruselas como negociadora para la adhesión de su país. 'No fue un schock cultural convertirme en comisaria, pero me ha sorprendido comprobar lo difícil que resulta tomar decisiones en una institución con 25 socios. No pensé que íbamos a tener tantos problemas con decisiones, por ejemplo, como la del presupuesto'.Aún así, se siente a gusto en el cargo. 'Me gusta lo que hago y pienso que Europa, a nivel local y regional, funciona con mucha energía y ambición'. Le preocupa en cambio la parálisis que parece atenazar a la Unión Europea. Confía en que la cumbre de líderes europeos de esta semana en Hampton Court, a las afueras de Londres, ayude a superar la actual crisis política. 'Europa está en una situación en que el mero hecho de reunirse en torno a una mesas y hablar tiene un valor en sí mismo'. Con la fe de una recién llegada, pide a los Veinticinco que en esa cumbre 'demuestren que Europa funciona y tiene futuro'.

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