La licitación de obra pública crece un 32% en lo que va de año
La licitación de obra pública de todas las Administraciones sumó en los nueve primeros meses del año un total de 31.903,23 millones de euros, lo que significa el 32,4% más que en el mismo periodo de 2004. De ese gasto, ayuntamientos y comunidades autónomas absorben ya el 72,3% y registran los mayores crecimientos.
En la clasificación por administraciones destaca el avance que ha tenido la licitación pública de los ayuntamientos, que ascendió a 12.166,57 millones de euros, un 61,55% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, y un 38,14% del total de la inversión contratada.
En cuanto a la mejora registrada en estos nueve meses le sigue el volumen de contratos convocados por las regiones, que creció un 37,1% hasta alcanzar una inversión de 10.914,86 millones de euros, el 34,2% del total, según los datos facilitados por la patronal de las grandes constructoras Seopan.
Entre las 17 comunidades autónomas destacan los crecimientos de Murcia, Aragón, Castilla y León, Cataluña, Generalitat Valenciana, Galicia y Rioja, todos por encima del 100%, en contraste con la significativa caída detectada en Madrid (20,8%), que se explica porque en esta región la licitación de los grandes proyectos de infraestructuras fueron anteriores a este periodo. Además de Madrid, País Vasco, Asturias, Baleares y Cantabria registran caídas de licitación.
Por su parte, la Administración general del Estado convocó concursos de obra pública valorados en 8.821,80 millones de euros, un modesto 2,57% más que en el mismo periodo que el año anterior, cifra que representa el 27,65% del total licitado.
Según las distintas tipologías de la obra licitada, destaca comprobar que las infraestructuras de transporte absorben el 39,34% de la inversión total, al sumar contratos por valor de 12.480,18 millones de euros, un 1,07% más que en los nueve primeros meses de 2004.
Le siguen en importancia los proyectos de edificación, que ascienden a 10.427,28 millones, un 62,4% más que durante el mismo periodo de 2004.
Atendiendo a la clasificación por infraestructuras del transporte, en los nueve primeros meses del año las tres administraciones promovieron obras de carreteras por un importe de 8.027,26 millones de euros, un 52,6% más, mientras que, por contra, las de ferrocarriles disminuyeron un significativo 31,6%, hasta situarse en 3.604,01 millones.
Además de la inversión licitada por las distintas administraciones de forma directa, destaca el importe que alcanzan los contratos convocados por los distintos organismos autónomos. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) licitó obras por valor de 2.161,82 millones hasta septiembre, el 2,61% más.
Tras los transportes, y dentro del subsector de la edificación, destaca la inversión destinada a los llamados equipamientos sociales (escuelas, hospitales o infraestructuras deportivas), que ascendió a 6.853,94 millones, un 76,04% más.
El Ministerio de Fomento, que dirige Magdalena Álvarez y es el principal inversor de la Administración central promovió obras por un importe de 7.065,03 millones de euros, lo que representa un 1,1% más que en idéntico periodo del pasado año.
Fuentes del sector explicaron ayer que gracias a los últimos avances que se han producido en la licitación pública se ha podido compensar el parón detectado a comienzos de la actual legislatura como consecuencia del cambio de Gobierno, parón, por otra parte, tradicional siempre que hay revelo en el Gobierno de la nación.
Portugal duda de la rentabilidad del AVE
La futura conexión ferroviaria de alta velocidad entre Madrid y Lisboa puede no resultar rentable desde el punto de vista económico, según opinaron ayer fuentes del Ministerio de Finanzas portugués.Las citadas fuentes aclararon que la explotación de esa línea puede ser financieramente deficitaria, aunque matizaron que el proyecto tiene sentido en términos estratégicos, como eje para la mejora de las infraestructuras de transporte entre los dos países ibéricos.Además, las mismas fuentes aseguraron que el resto de los enlaces de alta velocidad previstos para unir ambas naciones carecen de viabilidad, tanto por su elevado coste financiero, como por la demanda real de pasajeros.Los Gobiernos de los dos países acordaron en noviembre de 2002, entonces con Ejecutivos conservadores en el poder, durante la Cumbre de Figueira da Foz, que Lisboa y Madrid debían quedar unidas por un corredor de alta velocidad o altas prestaciones, tal y como define ahora el Ministerio de Fomento, a partir de 2010 en un máximo de tres horas.Además, se convino que desde un año antes (2009), debería estar acabada otra línea entre Oporto y Vigo, mientras que los enlaces Aveiro-Salamanca y Faro-Huelva deberían entrar en servicio en 2015 y 2018, respectivamente.Mientras el Gobierno luso no es ésta la primera vez que pone objeciones a la consecución de estos proyectos, desde el Gabinete español se insiste en que se construirán los corredores diseñados. Portugal atraviesa por difíciles problemas en sus finanzas públicas, ya que el déficit alcanza el 6% del PIB.