_
_
_
_
æscaron;ltima

La Bolsa de Valencia cumple 25 años con récord de contratación

La sociedad llega al cuarto de siglo con el propósito de ser una ventanilla para el inversor local

Una pizarra y una tiza. Esa era la infraestructura básica de la Bolsa de Valencia el 1 de octubre de 1980, día en que empezó a operar el parqué valenciano. El Bolsín que venía funcionando desde 1970 creció para convertirse en una ventana a la inversión que, con el tiempo, ha logrado mantenerse en un mercado globalizado en el que las negociaciones en corros han dado paso a las pantallas de ordenador frente a las que se concentran a diario algunos nostálgicos de una Bolsa más propia de las películas que de la realidad cibernética.

Ayer, para conmemorar el cuarto siglo de vida de la Bolsa de Valencia, hoy integrada como las de Madrid, Barcelona y Bilbao en el grupo Bolsas y Mercados Españoles (BME), lo más granado de la economía valenciana se reunió en el remodelado Palau dels Boïl d'Arenós. El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, el de BME, Antonio Zoido y el de la Bolsa de Valencia, Ángel Torre, oficiaron un acto en el que se recordaron las fechas y las personas que pusieron en marcha la institución.

Y es que la historia de la Bolsa de Valencia tiene nombres y apellidos ilustres, como Manuel Broseta y Fernando Abril Martorell, que junto a un grupo de personajes claves en la historia económica reciente de la Comunidad Valenciana, como Joaquín Maldonado Almenar -a sus 97 años, presidente honorario de la Bolsa de Valencia y cuyo hijo, Joaquín Maldonado Chiarri, también presidió la institución- o Salvador Calomarde, se empeñaron en que la ciudad contara con una plaza para la compra y venta de valores. De aquel entonces a hoy, mucho han evolucionado las cosas. El parqué valenciano operaba en 1980 con 17 agentes de cambio y Bolsa, mientras que en la actualidad son 21 sociedades de valores y dos agencias de valores las que mueven 95 millones de euros, según la previsión para el final de este ejercicio. El crecimiento respecto al año pasado será espectacular, un 62,36% más. La cuota de mercado sobre la contratación en el mercado continuo superará por primera vez el 10, alcanzando un 11,07%. Los beneficios que aportará la Bolsa de Valencia a BME serán de 6,7 millones netos, un 21% más.

El principal punto negro de la historia del parqué valenciano es la falta de empresas locales cotizadas.

Pero ¿son suficientes estos datos para avalar la existencia de parqués regionales como existen en España? El actual consejero delegado de la Bolsa de Valencia, Manuel Escámez, asegura que sí. 'Son cuatro ventanillas para acceder a un mismo mercado', afirma Escámez, que cree que este modelo podría ser el mismo que desarrollase un parqué europeo.

Pero la buena marcha de la Bolsa de Valencia no esconde el hecho de que la economía valenciana nunca ha acabado de creer en el mercado. Sólo cuatro empresas con domicilio en la comunidad cotizan en el continuo: el Banco de Valencia, Natra, Natraceutical y Corporación Dermoestética (que no ha llegado ni a presentarse a los inversores en su propia zona). Por el camino quedaron proyectos a medias, como el Mercado de Futuros sobre Cítricos. Sólo el tiempo dirá si la idea de que Valencia fuera una plaza financiera importante en España que tuvieron los fundadores acaba convirtiéndose en una ilusión.

Archivado En

_
_