Las constructoras también se lanzan al negocio ferroviario
El proceso de diversificación en el que están inmersos los grandes grupos de la construcción en España y el proceso de liberalización del sector ferroviario han empujado a grupos como ACS, Comsa, FCC OHL o Azvi a estrechar lazos con el negocio del tren.
La catalana Comsa, a través de su filial Comsa Rail Transport, fue la primera en obtener la licencia de Fomento para poder operar en el mercado de transporte de mercancías por tren, liberalizado en España el 1 de enero de este año. La filial de ACS, Continental Rail, se ha hecho con la segunda, como adelantó ayer Cinco Días. Hay una lista de solicitudes esperando el visto bueno del ministerio. Bien posicionada para ser la siguiente en obtenerlo está una compañía especializada, independiente de las constructoras, Transfesa (Transportes Ferroviarios Especiales). Ya ha presentado el dossier técnico con las inversiones en maquinaria (locomotoras, vagones) que requiere convertirse en competidor de Renfe, único operador hasta ahora en el transporte ferroviario de mercancías. Y sólo espera el aviso de Fomento, como confirmó ayer la empresa. Tras ella, FCC, a través de su filial Detren que comparte con la francesa Connex, ha mostrado un gran interés por lograr una de estas licencias y está preparando la documentación necesaria para presentarla.
Mientras, una constructora mediana, la andaluza Azvi, también se ha planteado lanzarse a operar en el nuevo mercado. En su día, la constructora Corsán-Corviam (hoy fusionada con el grupo de ingeniería Isolux que la adquirió el año pasado para crear Isolux Corsán) estudió la posibilidad de introducirse, aunque de momento no se ha decantado y parece que el interés ha decaído.
OHL, por su parte, explota una línea ferroviaria en México con CAF. Aunque por ahora no ha traslado esta fórmula de negocio a España, la experiencia mexicana podría abrir la puerta a operaciones similares en el mercado español. La compañía presidida por Juan Miguel Villar Mir construye en la actualidad un tramo del tren de alta velocidad turco que unirá Ankara con Estambul.
Los grandes grupos de la construcción se abren camino en el mercado ferroviario por dos razones básica. Se trata de un negocio de 300 millones anuales ahora estancado pero que crecerá exponencialmente -así se muestra en los cálculos que manejan- con la ruptura del monopolio de Renfe. Menos del 4% del transporte de mercancías se hace por tren. Y, en segundo lugar, responde a la necesidad de estas empresas rebajar el peso de la construcción en el del negocio, la estrategia por la que todas están apostando. El transporte de mercancías permitirá la experiencia previa para el siguiente paso: el de viajeros a partir de 2010.