El presidente de la Generalitat retrasa el cambio de Gobierno
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, retrasó ayer la remodelación del Gobierno autonómico y anunció la apertura de una ronda de consultas con los socios del tripartito para consensuar los cambios 'necesarios'. Maragall destacó al inicio de su intervención en el debate de política general que, tras estos relevos, el Ejecutivo catalán afrontará una nueva etapa de mayor dinamismo, justo en el ecuador de la legislatura.
El presidente catalán insistió en que es prerrogativa suya realizar los cambios, pero también reconoció que las 'circunstancias' surgidas no han sido las mejores, refiriéndose a las tensiones que emergieron en los últimos tres días en su propio partido, el PSC, y en los otros dos socios del tripartito (ERC y ICV-EUiA). 'Me propongo en los próximos días y semanas mantener los contactos necesarios con los dirigentes de los partidos que apoyan al Gobierno para evaluar las condiciones en las que se tienen que producir los cambios', dijo el presidente. De esta forma, Maragall trató de limar las diferencias con el PSC, cuyo portavoz, Miquel Iceta, aceptó los futuros relevos 'para dar un nuevo impulso al Gobierno'. El punto de inflexión en el conflicto abierto entre los socialistas catalanes y Maragall se inició en la noche del lunes, cuando el presidente se reunió con los ocho consejeros socialistas durante tres horas.
Errores corregibles
Los ánimos se calmaron en la mañana de ayer en la reunión habitual del Gobierno, previa al debate de política general. En su discurso, Maragall se refirió en varias ocasiones al Estatuto pactado a finales de octubre entre el tripartito y CiU, y su próxima defensa en Madrid. Maragall repitió el mensaje de los últimos días argumentando que se han 'cometido errores corregibles' en la elaboración del nuevo texto, aunque sigue siendo una 'propuesta sólida y coherente'.
Al final, los socios de ERC e ICV aplaudieron tímidamente, pero valoraron positivamente la intervención de Maragall. CiU afirmó que la crisis del Gobierno es 'imparable' y el PP pidió la dimisión de Maragall.