Los precios de los metales preciosos pinchan tras marcar máximos
La semana pasada el oro llegó a tocar los 480 dólares la onza en el mercado de Londres, el nivel más alto desde 1988. El mercado del platino presenta una pujanza similar, pues igualó el máximo de los últimos 25 años de 942 dólares la onza. Según algunos analistas, los inversores utilizan el oro como forma de cubrirse frente a un repunte global de la inflación, pues si los precios de los artículos suben, el precio de los metales preciosos, escasos por definición, también debería tomar el mismo sendero.
Este comportamiento ha roto una norma que se había afianzado en el mercado de metales: la estrecha ligazón entre el precio del oro y el dólar. Hasta este verano lo que bajaba el dólar lo subía el oro, pues buena parte de la demanda de oro está denominada en euros. Si cae el dólar y sube el euro, para comprar una onza con los mismos euros hacen falta más dólares, y el oro sube.
Las subidas del oro se vieron aceleradas con la publicación de las actas de la última reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos. El máximo histórico de este metal se registró en 1980 cuando, cuando también el petróleo estaba en máximos y la inflación estadounidense se disparó al 12%. Pero el viernes, después de conocerse que en Estados Unidos los precios han crecido un 4,7% en 12 meses, el metal bajó. Así, terminó la semana a la baja por primera vez desde mediados de agosto.
Así, aunque algunos inversores lo usen de cobertura frente a la inflación, la correlación histórica entre oro y tipos de interés es negativa, es decir, si suben los tipos de interés baja el oro. 'Encontramos pocas razones para comprar oro más allá del análisis técnico', explican en Credit Suisse, 'no produce rendimiento, no se usa en procesos industriales y no envejece. Su demanda es especulativa'.
De hecho, buena parte de las compras de las últimos días habían estado dominadas por inversores especulativos; las posiciones compradoras de este tipo de operadores en el mercado del oro de Nueva York eran el 7 de octubre las más voluminosas desde el año 1983.
Algunos elementos más allá del afán especulador pueden servir de apoyo a los metales preciosos. Uno es la inversión procedente de China. El crecimiento de las exportaciones ha hecho aumentar la liquidez en el gigante asiático. Parte de este exceso de dinero se ha reinvertido en dólares a través de bonos del Tesoro estadounidenses -para evitar la apreciación de la divisa china-, y el oro es un destino alternativo para estas divisas en busca de activos en dólares. Japón, donde la economía está en cauces de recuperación, y con los tipos de interés reales en negativo el oro es una opción.
No obstante, Credit Suisse considera que las subidas de tipos en Estados Unidos afectarán al oro, y aconseja, dentro de los metales preciosos, apostar por el platino, que sí tiene uso industrial.