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Finanzas

BBVA abre en seis meses 30 oficinas dedicadas al cliente inmigrante

La banca mantiene su órdago para atraer al cliente inmigrante. En los últimos meses, el Santander ha comprado una remesadora, el BBVA ha abierto 30 oficinas dedicadas a este negocio y la CECA ha creado una plataforma para facilitar a las cajas el envío de dinero de sus clientes al extranjero.

Dentro de dos años una de cada diez personas que viva en España provendrá de fuera de la Unión Europea. Los bancos y cajas pugnan por ganarse el favor de estos potenciales clientes, aunque para lograrlo cada entidad ha elegido por una estrategia diferente.

El común denominador de todas las apuestas ha sido el uso del gancho de los giros de dinero. Las entidades quieren desbancar a las remesadoras, que todavía controlan el 75% de los envíos según un reciente estudio de la CECA, para convertir al inmigrante en su cliente y venderle después más productos financieros.

El BBVA anunció en marzo un plan para revitalizar Dinero Express, su filial para el cliente inmigrante. El segundo banco español tenía previsto invertir 20 millones para aumentar el número de oficinas. En apenas seis meses, el banco presidido por Francisco González ha abierto 30 nuevas sucursales de Dinero Express, pasando de 10 a 40 oficinas y esperan llegar a 100 en 2006.

El Santander buscó una alternativa al crecimiento orgánico con la compra de la remesadora Latinoenvíos.

En cuanto a las cajas de ahorros, que consideran al inmigrante como un 'cliente natural', han optado por la colaboración. La CECA ha puesto en marcha este año Río Envíos, una plataforma para que las cajas puedan enviar las remesas de sus clientes a bajo coste y alta velocidad.

Esta guerra abierta para hacerse con parte del suculento pastel ha hecho que en los últimos meses los precios por enviar dinero al extranjero desciendan notablemente. En los últimos años, la comisión media en las remesas se ha reducido a la mitad y ahora está cerca del 7%, según una asociación que representa a 20 organizaciones de este tipo.

Por este negocio, los ingresos totales para bancos, cajas y remesadoras fueron de 245 millones de euros en 2004. Sin embargo, todas las entidades coinciden en que los giros no son más que 'un gancho' para atraer al cliente inmigrante.

Un negocio con gran potencial de crecimiento

El número de inmigrantes en España llegará 3.500.000 a finales de 2005 y dos años más tarde representarán el 10% de la población.El colectivo inmigrante está poco bancarizado. Tan sólo el 30% tienen su nómina domiciliada en una cuenta bancaria, frente al 70% de los españoles.El 60% de los inmigrantes que no están bancarizados tiene previsto establecer una relación comercial con una entidad bancaria.Tan sólo el 21% de los inmigrantes residentes en España es titular de una tarjeta de crédito, mientras que el 50% sí que posee una tarjeta de débito.

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