ACS y Ferrovial entran en Calle 30 a través de una nueva sociedad
ACS y Ferrovial han culminado su entrada en Calle 30, la empresa que creó el equipo de Alberto Ruiz-Gallardón para gestionar esta autovía madrileña. Para ello, han constituido la sociedad EME M-30 que será la titular del 20% de la gestora tras aportar 102 millones. Y ya han firmado la primera actuación: sacar a concurso la última obra de la gran reforma de la vía que se hará en esta legislatura.
Calle 30 ya se ha estrenado como la primera sociedad público-privada creada para gestionar y mantener una gran infraestructura. ACS y Ferrovial fueron los elegidos por el Ayuntamiento que dirige Alberto Ruiz-Gallardón en julio pasado como los socios privados para la empresa gestora de la M-30, inmersa en una gran reforma que la soterrará parcialmente. Poco más de dos meses después, las dos empresas ya tienen a la nueva Calle 30 en pleno rodaje.
El primer paso que han dado los dos primeros grupos de construcción y servicios del país ha sido crear una empresa conjunta para controlar el 20% de Calle 30. Con la denominación Empresa Mantenimiento y Explotación, M-30 (EME M-30), el 50% lo tiene Ferrovial y el resto ACS: un 33% a través de la filial constructora Dragados y un 17% mediante API, especializada en conservación de carreteras. Ingresarán 7.566 millones en 35 años de concesión.
También la han dotado económicamente. El pasado 12 de septiembre firmaron el acuerdo el Ejecutivo municipal y las dos empresas. æpermil;stas, además, aportaron 102 millones, la mitad del desembolso total convenido para este año en el contrato. De esta cantidad, aportó 45 millones para capital de la empresa (las arcas municipales ya habían desembolsado el 80%, 182 millones) y el próximo año tendrán que destinar el mismo importe. Otros 57 millones proceden del préstamo subordinado de 114 millones que deberán completar también en el siguiente ejercicio.
Las constructoras presentarán ofertas por el centro de vigilancia de los seis kilómetros de túneles
Bancos para financiar el crédito
Ahora ACS y Ferrovial buscan entidades financieras que respalden este crédito, según fuentes de Calle 30. Aún no está cerrada, aunque en su oferta los dos grupos presentaron cartas de apoyo de Banesto, el belga Fortis y Royal Bank of Scotland.
Tras formar la nueva sociedad mixta con participación municipal y privada, ésta ha arrancado inmediatamente. Y la primera actuación ha sido sacar a concurso la última de las obras para la gran reforma de la M-30: el centro que controlará el tráfico y la seguridad de los seis kilómetros de túneles que tendrá esta vía.
Las constructoras tendrán hasta el 24 de noviembre para redactar el proyecto y presentar la oferta para este centro, que estará situado en el llamado enlace sur. Desde allí, decenas de pantallas vigilarán el siempre abundante tráfico de esta vía urbana. El presupuesto para construirlo está fijado en 36,3 millones de euros, según el anuncio de licitación publicado en el Boletín Oficial del Estado.
Con este centro de control, se cierra la licitación de las obras previstas para la M-30 en esta legislatura, una reforma que en total cuesta 4.000 millones de euros. Está previsto que en diciembre Calle 30 adjudique esta última obra, que tendrá que estar lista en sólo ocho meses.
Cambios sobre el plan inicial
El desacuerdo entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid con el Ministerio de Fomento a cuenta de la prolongación de la Castellana sobre las vías de la estación de tren de Chamartín que se enterrarán (la operación Chamartín) ha provocado cambios en el diseño de la nueva M-30. El más importante es que las obras de los accesos en el bypass norte tendrán que aplazarse hasta la próxima legislatura, como ya ha reconocido el equipo de Alberto Ruiz-Gallardón. Pero, además, si sobre los planos había dos centros de control de túneles, ahora sólo se puede sacar a concurso uno de ellos, el situado en el sur. El segundo tendría que estar en el enlace norte que, hasta que las administraciones de distinto signo político lleguen a un acuerdo, seguirá atascado.