La huelga de transporte por el precio del crudo empieza a pasar factura en el Norte
La huelga de los transportistas del norte de España comienza a crear problemas de suministro en la cornisa cantábrica y amenaza con extenderse a toda la península si el Gobierno no llega a un acuerdo de última hora para evitar el paro nacional que comenzará el lunes, convocado por la Confederación Española del Transporte de Mercancías (CETM). La patronal de transportes quiere que el Gobierno impulse una serie de medidas para frenar el impacto de la subida del petróleo en el sector.
El crudo se ha incrementado cerca del 24% el último año y los transportistas afirman no poder hacer frente a la subida solos. Reclaman un gasóleo profesional, la obligación de revisar de forma automática y mensual los precios del transporte, la rebaja de las cotizaciones de la Seguridad Social y la eliminación del Impuesto de Actividades Económicas, entre otras cuestiones.
Las negociaciones entre transportistas, organizaciones de cargadores y el Ministerio de Fomento están estrechando el margen de divergencia entre las partes implicadas y ayer, el secretario general de Transportes, Fernando Palao, ya anunció que la Administración ha aceptado el 75% de las medidas que ha propuesto la CETM. Pero, a la espera de saber si el lunes comienza el paro nacional, las comunidades del norte de España comienzan a tener problemas de escasez, tras un paro de una semana convocado por las asociaciones provinciales.
De hecho, los fabricantes y comerciantes están tratando de adelantar el suministro para no verse afectadas por la huelga. En Cantabria, las fuerzas de seguridad han tenido que escoltar a 287 camiones, aunque finalmente no se repitieron los incidentes vividos durante la semana. En Galicia, el suministro de pescado fresco, el transporte escolar y sanitario, entre otros, han sufrido las consecuencias.