Villa Padierna, lo más exclusivo en un hotel museo
Cuando se baja hacia el hotel Villa Padierna, en la urbanización Flamingos Golf (a 10 kilómetros de Marbella) los dos edificios de color salmón rosáceo que lo componen recuerdan a un palacete del siglo XVIII o a una villa toscana, una enorme villa que contrasta con el intenso verde del campo Flamingos Golf que lo rodea y la aridez de la montaña situada al norte.
Ya en la entrada principal, una placa con seis estrellas y dos bustos del siglo XVIII son el anticipo de exclusividad que va a encontrar el viajero a partir del enorme vestíbulo, un patio interior de tres plantas coronado por una cúpula de cristal. Todo es posible después de ese primer contacto con el hotel Villa Padierna. Es posible admirar más de 1.500 obras de arte, esculturas de diversas épocas y varios estilos y muebles cargados de historia, como la mesa en la que se firmó la Constitución Liberal de 1812, en Cádiz.
Las obras de arte son el motivo principal en la decoración, pero, además, el establecimiento es una ventana abierta al campo y al mar, con una gran terraza con relajantes vistas.
Ricardo Arranz, presidente de la Asociación Nacional de Urbanizadores, de RA Capital y propietario del hotel, tomó el apellido de su mujer, Alicia Villapadierna, para dar nombre al establecimiento. El hotel se inauguró en primavera de 2003 y a los cinco meses de su apertura era ya miembro del exclusivo 'The Leading Hotels of the World'. Cuenta con 112 habitaciones y suites, todas con vistas al campo de golf y próximamente ofertará también 30 villas en lo que se llamará Aldea del Duque, como prolongación del edificio en su tercera fase.
El hotel ofrece muchas posibilidades para eventos de cualquier tipo y hasta servicios para poner en forma cuerpo y mente, como el SPA, que mantiene el concepto de terma romana con cerca de 2.000 metros cuadrados y dotada con las técnicas más avanzadas en sus 10 saunas y baños diferentes, entre ellos el hindú de rosas, el de sal japonés y el de aguas sulfurosas de Carratraca (Málaga), además de centro de belleza o peluquería. Entre lo más exclusivo destaca la escudería que el hotel pone a disposición de sus clientes, con diferentes modelos de Rolls Royce y Bentley.