La piratería causa pérdidas de 5.000 millones de euros anuales y la destrucción de 200.000 puestos de trabajo
La piratería y la falsificación causan pérdidas anuales de 5.000 millones de euros y 200.000 puestos de trabajo en empresas legítimas y ponen en riesgo la seguridad y la salud de los ciudadanos, según afirmó hoy la Comisión Europea en rueda de prensa.
Para combatirlas la Comisión Europea ha aprobado una propuesta de Plan de Acción que incluye medidas para mejorar la legislación existente, los controles y la cooperación entre empresas y servicios de aduanas, así como la colaboración internacional con terceros países.
"Las redes internacionales de criminales que están tras esta actividad son muy astutas a la hora de evitar los controles aduaneros, pero a través de la movilización de nuestras fuerzas podemos proteger a los ciudadanos contra esta amenaza", dijo el comisario europeo de Fiscalidad, Laszlo Kovacs.
Una de las medidas más llamativas de las propuestas por la Comisión -que ahora irán a debate al Consejo de ministros y al Parlamento Europeo- consiste en establecer un sistema de intercambio de información que alerte a todos los servicios de aduanas de las características de los productos falsificados en el momento en el que sean interceptados.
Aumenta un 1.000% en siete años
Kovacs se mostró preocupado ante la prensa por el aumento que la piratería y la falsificación ha experimentado en los últimos años. En 2004 se incautaron 103 millones de artículos de este tipo, lo que supuso un 12% más que en 2003 y casi un 1.000% que hace siete años.
El comisario hizo un llamamiento a la prensa para que alerte a los consumidores de los riesgos que suponen los artículos falsificados y pirateados para su seguridad y su salud y puso como ejemplo los medicamentos vendidos en el mercado negro, que no cumplen los controles necesarios ni tienen los efectos que indican.
La mayor parte de los productos falsificados que se incautan en las aduanas son artículos textiles y accesorios, seguidos de compact disc, relojes y joyería. La falsificación de productos es una actividad que se está perfeccionando, por lo que cada vez resulta más difícil identificar las réplicas, para reconocerlas es necesario que la industria coopere con los servicios de aduanas y les muestre las claves para distinguirlos de un original, subrayó Kovacs.