El diario Financial Times califica de "adquisición" la operación de National Express sobre Alsa
El diario londinense Financial Times califica hoy como "adquisición" la operación que, valorada en unos 365 millones de euros, trata de unir la empresa española de transportes Alsa y el grupo británico del mismo sector National Express. Según este diario, hay "rumores procedentes de España en el sentido de que Alsa ve el acuerdo como una fusión, pero es en realidad una adquisición".
El diario explica que sólo el presidente de Alsa, Jorge Cosmen, se integrará en el consejo de dirección de National Express y señala que la participación de la familia Cosmen en la británica se limitará a ¢entre un 5 y un 15% del capital".
Una participación que es en todo caso alta, ya que la familia Cosmen se convertiría así en el segundo mayor accionista de la compañía británica, sólo por detrás del banco Barclays, que controla el 15%, y por delante de la aseguradora Standard Life, que posee un 5% del capital.
National Express está inmersa, por otro lado, en un proceso una recompra de sus acciones hasta un total de 100 millones de libras (unos 147 millones de euros), que sin embargo quedó suspendida en julio, cuando había devuelto ya cerca de un tercio de esa cantidad a los accionistas.
La operación, independientemente de su factura, y de qué parte sea la dominante en ella, pretende crear el primer operador intermodal bus-tren de Europa, gracias a la integración del negocio de la británica, que cuenta con 45.000 empleados, y el de la española, que da trabajo por su parte a 2.800 personas.
El pastel de la intermodalidad
Además del negocio en Reino Unido, donde National tiene la concesión para dar servicio en nueve líneas ferroviarias (es la operadora que más pasajeros transporta), y conecta más de 1.000 destinos en autobús, y de España, donde Alsa ostenta más de la mitad del mercado de transporte de viajeros en bus, la compañía resultante sería un gigante del transporte europeo.
En primer lugar, la liberalización del transporte de viajeros por ferrocarril en España, que se producirá en todo caso antes de 2010, daría a la compañía resultante una posición excelente para competir desde el primer momento con la operadora estatal española, Renfe.
Por otra parte, Alsa es la principal socia de un consorcio que en abril de este año se hizo con la filial de autobuses de la DB, los ferrocarriles estatales alemanes, adelantándose a competidoras como las respectivas filiales de carretera de la SNCF y los íBB (los ferrocarriles de Francia y Austria).
Ambas situaciones la colocan en una situación exclusiva, y le permitirá dar un servicio muy competitivo, especialmente en España, gracias a la alta rentabilidad en términos de volumen de pasajeros y de ingresos que implica la combinación de la flexibilidad del transporte por carretera y la capacidad y velocidad del transporte ferroviario.