Los socialistas renuncian a apoyar la fusión de las tres cajas vascas
La fusión de las cajas vascas se ha vuelto a frustrar, al no concitar los apoyos políticos necesarios, a pesar de que sus argumentos económicos habían logrado convencer a una amplia mayoría. La numantina oposición del PP y de las instituciones alavesas ha provocado que el PSE retire su respaldo a la fusión. Los socialistas acusan a PP y PNV de haber politizado el debate.
El proyecto de fusión de las cajas vascas ha quedado paralizado, una vez más, como consecuencia de las diferencias entre los partidos políticos vascos.
El Partido Socialista de Euskadi (PSE) sorprendió ayer anunciando su retirada del proceso por la falta de consenso existente, y acusó directamente a PP y a PNV de haber politizado un debate que debiera haber transcurrido en el plano económico y empresarial.
El portavoz socialista de Álava, Txarli Prieto, manifestó en rueda de prensa que su partido decidía 'posponer su participación en este proceso' por coherencia con su posición de que 'sin consenso nada se haría'.
El Gobierno vasco se 'extraña' de la 'injerencia política' del PSE
Además, con esta posición los socialistas afirman que se salen del juego político emprendido por PNV y PP al respecto. Txarli Prieto acusó a ambas formaciones de 'politizar' el debate. Criticó a los nacionalistas por darle una 'connotación de construcción vasca ' y a los populares de provocar una 'especie de vendetta política'. 'No cuenten con nosotros para seguir en esa gresca', sentenció. A pesar de todo, los socialistas mantienen su interés porque se fusionen las cajas y muestran su disposición a retomar el proyecto cuando haya 'seriedad, responsabilidad, rigor y seriedad' entre los partidos políticos y las instituciones.
Incertidumbre
La retirada del PSE del proceso de fusión ha motivado incertidumbre en diversos ámbitos políticos, sociales y económicos del País Vasco.
Las cajas se limitaron a señalar que ellas 'no entraban a realizar ningún tipo de valoración sobre temas políticos'. Fuentes cercanas a las entidades aseguraban que 'habrá que esperar un mejor momento para abordar un nuevo proyecto entre las cajas' y que 'no todo el proceso iniciado tiene que caer en saco roto'.
En otros foros se observa la paralización de la fusión con incredulidad, cuando por primera vez el proyecto había logrado una amplia aceptación en formaciones políticas, sindicales y organizaciones empresariales.
A diferencia de ocasiones anteriores, la iniciativa de integrar BBK, Kutxa y Vital había partido de las instancias políticas, mientras que ahora el liderazgo había correspondido a los presidentes de las tres entidades. Además, públicamente Irala, Etxepare y Rojo aseguraron sin tapujos que la fusión era ya una necesidad para la competitividad presente de las tres entidades y también para su futuro.
La decisión socialista motivó una rápida reacción por parte de EA e IU que les acusan de plegarse a los intereses del PP. Y achacaron al PP haber antepuesto sus intereses partidistas y de haber provocado el frentismo en la sociedad.
La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, mostró la 'extrañeza' por la actitud del PSE-EE y le acusó de 'interferir tan abiertamente' en el debate que debiera realizarse en los consejos de administración y asambleas de las entidades.
El PP alaba el 'sentido común' del PSE
Satisfechos se mostraron ayer tanto el PP del País Vasco, como el diputado general de Álava, Ramón Rabanera, y el alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, por el cambio de estrategia del PSE respecto de la fusión de las cajas. Para Rabanera la retirada del apoyo socialista al proceso de fusión es 'una medida oportuna y de sentido común'. Rabanera puntualizó que a pesar de todo el PP ve con buenos ojos la colaboración entre las tres entidades de ahorros, pero siempre y cuando se mantenga la independencia de cada entidad, en este caso de Caja Vital.Por su parte, el portavoz del PP en el Parlamento vasco, Leopoldo Barreda, interpretó la paralización del proceso de fusión como 'una victoria' de los ciudadanos alaveses y de su capacidad de reacción ante una operación diseñada a espaldas a los ciudadanos y cuyos beneficios no estarían claros. En las últimas semanas en Álava se había puesto en marcha una plataforma ciudadana contraria a la fusión, denominada 'Vital Sí', que se había propuesto desarrollar toda una serie de iniciativas para lograr que el proceso no pudiera salir adelante.
Un callejón de difícil salida para Gregorio Rojo
La persistente oposición del PP y de las instituciones alavesas en las que gobierna había colocado al presidente de Caja Vital, Gregorio Rojo, en un callejón de difícil salida.Xabier de Irala, en BBK, y Carlos Etxepare, en Kutxa, han vivido el debate sobre la fusión desde la tranquilidad de contar con el respaldo unánime de sus consejos de administración. Esto no ha sido así para el presidente de Caja Vital, que además ha visto como se constituía una plataforma ciudadana contraria a la fusión.Rojo llegó a la presidencia de la entidad alavesa gracias al respaldo del PP y PSE, por lo que los 'populares' se sintieron engañados al ver que se había negociado la fusión de las tres entidades a sus espaldas, fusión que, a su entender, implicaba entregar la caja fusionada al PNV.La aritmética del consejo de administración de Caja Vital hacía que, al mantener el PP su oposición, para avanzar en el proyecto la única fórmula posible implicaba utilizar el voto de calidad del presidente y trasladar el debate a la asamblea, asamblea en la que la alianza entre PNV y PSE podría haber sorteado la oposición del PP.Pero, en todo momento, Rojo reiteró que sólo avanzaría en la fusión por consenso, consenso que no llegaba y no tenía visos de poder llegar. En este punto, Rojo parecía tener pocas alternativas.Los socialistas alaveses, en su anuncio de posponer su intención de fusionar las cajas, manifestaron que además de esa forma apostaban por que 'los órganos de control y dirección de la Caja Vital y su presidente recuperen la tranquilidad y la normalidad con la que veían trabajando, sin sobresaltos ni injerencias de la política'.