Los presidentes de grandes empresas se unen para presionar contra la piratería
El presidente ejecutivo de Nestle, Peter Brabeck, y el de Microsoft, Steve Ballmer, fueron convocados ayer junto a un nutrido grupo de ejecutivos en Londres para participar en una cumbre mundial contra la piratería, una actividad ilegal que provoca pérdidas anuales de 600.000 millones de dólares a las empresas.
Ambos directivos se reunieron ayer en la capital británica con sus homólogos de EMI, Vivendi y GlaxoSmithKline, entre otros, para dar una señal de alarma a los gobiernos de todo el mundo para que velen por la propiedad intelectual, y establecer una acción conjunta contra la falsificación y la piratería. El acto, que reunió empresas informáticas, de entretenimiento, farmacéuticas, de alimentación y textil, fue organizado por la Cámara de Comercio Internacional.
Para las grandes multinacionales, ese mercado ilegal no sólo ha tenido efectos 'devastadores', sino que además ha puesto en peligro a 'la industria del conocimiento del siglo XXI', señaló Eric Nicoli, presidente de EMI, la tercera mayor compañía de música del mundo, quien añadió que este fenómeno 'contamina a todos los sectores de todos los países del mundo'.
La reunión tenía como fin coordinar esfuerzos. 'El objetivo es organizarse tan bien como los piratas y vencerlos en su terreno', subrayó. Entre las medidas adoptadas está la creación de índices de falsificación y piratería que permitan identificar aquellos asuntos que merecen mayor atención en los programas nacionales de protección de la propiedad intelectual.
Además, han propuesto analizar las mejores prácticas en ese combate y distribuir estudios y estadísticas que documenten los impactos socioeconómicos y, en algunos casos de salud, como ocurre en el sector farmacéutico.