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"Telecos"

Telefónica busca aumentar su peso en Europa

Cesky fue el primer paso, pero su tamaño es limitado y el efecto en las cuentas, también. Telefónica busca desde hace meses un crecimiento que le dé una presencia más global en el mundo y que a la vez sirva de contrapeso para el riesgo latinoamericano.

El presidente de Telefónica, César Alierta, ha repetido en reiteradas ocasiones que su ambición es convertir a la firma española en 'el mejor y mayor grupo integrado de telecomunicaciones del mundo'. Por ahora, sólo hay dos compañías del sector que la superan por capitalización bursátil -Vodafone y Verizon- y la primera se dedica sólo al móvil.

Pero a pesar de estos registros, en Telefónica consideran que la percepción que se tiene de ella es que son un operador con tendencia más regional que mundial y al que se penaliza enseguida por el riesgo latinoamericano. Por eso, en los últimos meses han estado trabajando para modificar este esquema.

La compra de Cesky fue un primer paso, pero comparada con el peso de los 13 países de Latinoamérica en los que tiene presencia, sobre todo tras la operación con Bellsouth, la adquisición tiene una relevancia relativa. China se enmarca en un contexto parecido, aunque también en este caso el desembolso y el mayor equilibrio que conlleva son limitados.

Estas dos operaciones se han producido durante este año, porque justo ha sido en 2005 cuando el peso de los ingresos españoles frente a los latinoamericanos en las cuentas de Telefónica ha caído por debajo del 60% por primera vez. En materia de Ebitda la barrera todavía no ha caído, pero sólo es cuestión de tiempo y de rentabilizar ciertas operaciones de Latinoamérica.

Descartada la entrada en Estados Unidos y después de constatar que la mayoría de los países de Asia presenta casi tantos riesgos como Latinoamérica, el punto de mira de Telefónica se ha fijado en Europa. Y no es la primera vez, porque hace poco más de un lustro, Juan Villalonga llegó a la misma conclusión y también se puso manos a la obra.

La respuesta de Villalonga fue KPN. Ahora, el protagonista puede ser el mismo, pero las opciones se han ampliado. Basta echar un vistazo a la cotización en Bolsa de las operadoras europeas para saber cuál de ellas está en venta y cuál no. La danesa TDC, O2, Hellenic Telecom (OTE), Eircom o KPN acumulan revalorizaciones muy sustanciosas en lo que va de año, y pocas veces sus buenos resultados tienen algo que ver con ello.

Y es que los analistas calculan que las cinco grandes -Vodafone, Telefónica, Deutsche Telekom, France Télécom y Telecom Italia- disponen de 100.000 millones para comprar en los próximos dos años sin recurrir al endeudamiento, y nadie en Bolsa quiere perderse la operación.

Por eso hay muy pocos expertos que no den por hecha una compra de Telefónica en Europa, aunque alguno de ellos considera que KPN no es la mejor opción. Las recomendaciones hacia las adquisiciones llegan al punto de que llama la atención la opinión de Bosco Ojeda, analista de UBS y uno de los que más predicamento tiene en el sector, que alienta a Telefónica a quedarse quieta y consolidar primero las operaciones de Bellsouth y Cesky, según informa Bloomberg.

Otros consideran positiva la hipotética compra de KPN. Entre ellos, Goldman, que sólo pone como condición que parte del pago sea en acciones. Un último grupo, bastante numeroso, alienta una operación en Europa, pero apunta más a Portugal Telecom o a la griega OTE, cuando sea privatizada.

El problema del capital estatal

A pesar de que las telecomunicaciones llevan muchos años liberalizadas en Europa, la presencia de capital estatal en muchas de las operadoras es una constante. Y un problema, porque limita el campo de actuación, sobre todo si se quiere pagar parte de la operación en acciones. KPN tiene capital estatal, algo más del 14%, pero ya cuando Villalonga intentó la compra se pactaron una serie de mecanismos de salida para el Estado.

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