A la sombra de Sabatini
El Museo Reina Sofía se abre a la ciudad. El próximo lunes, con la inauguración presidida por la Reina, se pone en marcha el proyecto realizado por el arquitecto Jean Nouvel (Fumel, Francia, 1945). Un nuevo museo proyectado 'a la sombra de Sabatini'. La primera huella del arquitecto francés en Madrid se tiene que ver, según sus palabras, como 'el testimonio de una época'.
Nouvel se aparta de la tradición arquitectónica española del hormigón y ladrillo con un conjunto en el que predomina el vidrio y novedosos materiales, que complementan el sólido y opaco edificio Sabatini. 'No es una ruptura', subraya el arquitecto. Su color es rojo, como el de los ladrillos de las construcciones de alrededor, y una espectacular marquesina protege los tres nuevos edificios que se levantan en una plaza urbana, independientes, y que quedan a un metro de distancia del octágono blanco que proyectó Sabatini. Una propuesta audaz que, en palabras de la directora del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), Ana Martínez de Aguilar, 'implanta en el entorno una arquitectura de gran elegancia técnica y eficacia escenográfica que aspira a transformar la complejidad urbanística de la zona'.
La ampliación culmina un camino iniciado hace seis años con la convocatoria de un concurso internacional. 'No es una simple ampliación, es una propuesta nueva, pues hablamos de un 60% más de espacio se ha pasado de 51.297 a 84.048 metros cuadrados', destacó la ministra de Cultura, Carmen Calvo, el pasado viernes durante la presentación de los nuevos espacios.
El proyecto de Nouvel consta de tres edificios: salas temporales, auditorio y biblioteca
Después de este tiempo y de una inversión de 92 millones de euros, el Museo Reina Sofía se pone a la altura de los grandes museos de arte contemporáneo del mundo y se internacionaliza más, en opinión del presidente de su Patronato, Juan Manuel Urgoiti. 'Los objetivos eran ambiciosos, pero necesarios', apunta.
El Reina Sofía se aloja en el antiguo Hospital General de Madrid, edificio del reinado de Carlos III, diseñado por Sabatini. Sus galerías protegen las colecciones nacionales de arte contemporáneo, entre las que se encuentra el Guernica de Picasso. Pero el crecimiento de las colecciones, visitantes -el público se ha duplicado en los últimos diez años, pasando de 715.268 visitantes en 1994 a 1.445.253 en 2004- y la demanda de servicios más cualificados hacían necesaria una actuación destinada a mejorar y ampliar la oferta cultural, como ha ocurrido en otros grandes museos.
La ampliación se inscribe en el movimiento de ampliaciones y renovaciones de museos de arte contemporáneo en todo el mundo, que hace unos años llevó a la apertura de la Tate Modern de Londres o, más recientemente, a las restauraciones del MOMA de Nueva York o el Centro Georges Pompidou, de París, recordó Juan Manuel Urgoiti. Con la ampliación, el Reina Sofía pone a disposición de la sociedad una de las ofertas artísticas internacionales más ricas y variadas, remarca el presidente del Patronato.
El proyecto realizado por Jean Nouvel consta de tres nuevos edificios, que acogen fundamentalmente salas de exposiciones temporales, auditorios y biblioteca. Las dos nuevas salas de exposiciones temporales tienen en total 2.251 metros cuadrados construidos, con capacidad para exponer obras de gran formato. El museo contará con dos auditorios, con capacidad para 500 y 200 personas. La gran biblioteca y centro de documentación dispone de 100 puestos de lectura y novedosos sistemas de difusión y consulta. Los tres terminarán en terrazas, de uso multidisciplinar.
La ampliación, además, permite liberar espacios del edificio Sabatini para poder desplegar y ampliar la colección permanente (hasta 700 obras, 200 más que las exhibidas actualmente) y poder mostrar obras significativas, que nunca o raras veces han sido exhibidas en sus salas, como por ejemplo, la importante colección de obras realizadas a partir de los años ochenta, que se conservan en los almacenes.
Nueva librería y alta cocina
Uno de los objetivos de la ampliación del museo ha sido dotar a todos los nuevos lugares de calidad. Además de cuidar el espacio expositivo, el estudio y la investigación y favorecer las actividades multidisciplinares, la ampliación equipa al museo de almacenes de obras de arte, librería, despachos, salas de reuniones, sala de protocolo y cafetería-restaurante.En el edificio que alberga la biblioteca y centro de documentación estará ubicada la librería cuya concesión ha recaído en La librería La Central, fundada en 1995 en Barcelona con el nombre de Companyia Central Libretera. Estará especializada en las diferentes áreas que constituyen las humanidades e inicialmente contará con 65.000 títulos, entre ellos, todas las publicaciones del museo. Y en el edificio donde se ubican los auditorios, se encuentra la cafetería-restaurante, que gestiona Sergi Arola y Occidental Hoteles, y que tiene acceso desde la calle. El chef, que cuenta con dos estrellas Michelin en su restaurante La Broche de Madrid, quiere aportar valor añadido al museo. El nuevo restaurante, que se denominará Arola, cuida el diseño (Vidal y Asociados se han encargado de la arquitectura interior y David Delfín ha diseñado los trajes del personal) tanto como la carta, que ofrecerá platos prácticos y originales durante el día y menús más sofisticados por la noche. La bodega cuenta con más de 700 referencias de vinos nacionales e internacionales.