El acuerdo para condonar la deuda a los países más pobres se retrasa
Las perspectivas de que se llegue a un acuerdo para la cancelación de la deuda de las naciones más pobres en el seno de las reuniones semestrales del Banco Mundial y el FMI este fin de semana son mínimas.
Aunque los responsables de las dos instituciones han renovado su determinación de hacer realidad el compromiso que en este sentido acordaron en Gleneagles el pasado julio los países del G8, los aspectos técnicos del acuerdo que hace realidad esta promesa no se han terminado de perfilar.
Preguntado ayer sobre cuándo se conseguiría el acuerdo, el presidente del Banco Mundial, Paul Wolfovitz, se limitó a decir que 'tan pronto como sea posible' y 'cuanto antes mejor'. Más específico fue el director gerente del FMI, Rodrigo Rato señaló que el consejo de esta institución verá esta cuestión 'en las próximas semanas'.
Según lo acordado julio, las naciones más ricas del planeta se comprometieron a cancelar sin condiciones 40.000 millones de dólares en deuda debida al Banco Mundial y al FMI por 18 países altamente endeudados, la mayor parte de ellos en África. Los detalles sobre esta condonación se han ido perfilando a lo largo de estos meses, tiempo durante el que algunos países no miembros del G8 como Bélgica y Holanda han manifestado su preocupación por que la cancelación de la deuda puede descapitalizar la Agencia Internacional del Desarrollo, el brazo financiero del Banco. Se espera que en las reuniones del fin de semana haya un intenso debate entre las naciones no miembros del G8 sobre quien será responsable de reponer los fondos que va a perder el banco.
Wolfowitz dijo ayer que compartía la preocupación de Bélgica y Holanda porque 'necesitamos un consenso para asegurarnos que la condonación no se porduce a expensas de la AID y la futura ayuda a los países en desarrollo', dijo Wolfowitz.
En el Fondo preocupa el impacto del alza del petróleo y el daño que esto pueda hacer a las economías por la presión en los precios. En este sentido, y en un encuentro con periodistas españoles, Rato explicó que el entorno de precios altos a medio plazo va a durar y 'los gobiernos y los consumidores deben adaptarse'. Rato volvió a incidir en la necesidad de que Europa haga reformas estructurales y que eleve su potencial de crecimiento.