Merkel exige la cancillería en cualquier pacto con el SPD
Schröder y Merkel tuvieron ayer su primer contacto tras las elecciones del domingo. Siguen reclamando para sí la jefatura del Gobierno de Alemania, pero se han mostrado dispuestos a dialogar sobre una coalición siempre que haya garantía de estabilidad para toda una legislatura. No obstante, la CDU advierte que 'siempre que la cancillería la ocupe Merkel'.
En la primera negociación del SPD y la Unión para formar Gobierno, el canciller Gerhard Schröder (SPD), acompañado por el preesidente del Griupo parlamentario de la SPD, Franz Müntefering, y los jefes de la CDU y la CSU, Angela Merkel y Edmund Stoiber, respectivamente, sólo acordaron volver a hablar de nuevo sobre una posible gran coalición, una hipótesis que los dos grandes partidos alemanes descartaban hasta ahora y que sólo se produjo una vez en la historia de la República Federal de Alemania, entre 1965 y 1969.
Merkel subrayó ayer que todavía no se han puesto de acuerdo sobre la cuestión de a quién le corresponde la formación de gobierno. Pero Edmund Stoiber aseguró que 'el SPD debe aceptar que la señora Merkel es la nueva canciller' como condición para negociar un pacto de gobernabilidad. Merkel lo dijo indirectamente: está dispuesta a seguir dialogando con el SPD, pero subrayó que la condición imprescindible es que este partido 'acepte los resultados electorales'.
Hasta ahora Schröder ha dicho que sí a la gran coalición pero no bajo Merkel. 'Sólo yo puedo formar un gobierno estable', sentenció Schröder, el domingo, con el argumento: 'Somos el partido más votado.'
En la cita de ayer, que duró alrededor de una hora, no se habló de contenidos, como reconocieron después todos sus participantes, y únicamente se 'sondeó' la disposición mutua a buscar una base para formar gobierno. Merkel apareció ante la prensa más segura y relajada que Schroeder, quien no llegó a decir en ningún momento que quiere seguir siendo canciller, como hizo el domingo nada más conocerse los resultados. Pero Müntefering volvió a plantear la exigencia de su partido de que sea el actual canciller el que lidere el próximo Gobierno.
Sin embargo, Schröder, cuestionado si estaba dispuesto a sacrificar su ambición personal a los intereses del partido, contestó enojado a la periodista si había preguntado lo mismo a la parte contraria y esquivó la respuesta. En las elecciones, la CDU y la CSU lograron el 35,2% y el SPD el 34,3%.
Edmun Stoiber, principal apoyo de Merkel, recalcó que la cuestión de quién lidera el Ejecutivo 'se debe aclarar al principio de las negociaciones no al final'. El canciller subrayó que lo importante al negociar un gobierno es hablar sobre contenidos, lo que, a su juicio, implica comprometerse a seguir el camino de las reformas que él ha emprendido.
Acordaron volver a verse en una segunda reunión de 'sondeo' la semana próxima. Müntefering dejó claro que se trata de sondeos y que 'todavía estamos lejos de negociaciones'.
Schröder plantea dividir el grupo democristiano
El plan del Partido Socialdemócrata alemán de modificar el reglamento parlamentario del Bundestag para dividir el grupo parlamentario de la Unión, formado por la CDU y la CSU, provocó ayer una tormenta política. Los democristianos calificaron los planes del SPD, dados a conocer por el periódico Süddeutsche Zeitung,, de 'intentona golpista', y de 'nula cultura democrática'. El presidente del Bundestag, el socialdemócrata Wolfgang Thierse, se vió obligado a puntualizar: 'Una modificación del reglamento debe ser de común acuerdo. Es ilusorio; no vale la pena ni discutirlo.' La disolución del grupo conservador convertiría al SPD en la mayor fuerza y favorecería a Schröder. Los socialdemócras obtuvieron el 34,2% de los votos y el CDU el 35,2%, divididos, aunque bajo un mismo cartel electoral, en 27,8% de la CDU y 7,4% de la CSU.