La burocracia y la aversión al riesgo frenan la innovación
'Tenemos razones para estar preocupados, pero no debemos ser pesimistas; nuestra economía ha demostrado saber adaptarse a los retos y competir en nuevos mercados'. Con estas palabras abría el presidente de Indra, Javier Monzón, el acto de presentación del estudio Innovación y capacidad para emprender: Diagnóstico de la situación en España y líneas de acción promovido por Indra y realizado por el Grupo Analistas Financieros Internacionales (AFI). 'Quienes deben innovar son las empresas y no los gobiernos, aunque éstos tienen que establecer las líneas adecuadas para que ganemos en productividad', dijo Monzón.
El profesor Ontiveros fue crítico con los procedimientos burocráticos que deben soportar los emprendedores y empresas al tiempo que resaltó el problema de España en conocimiento, educación y habilidades aplicadas a la producción. 'Las multinacionales deciden sus inversiones y deslocalizaciones en base a la dotación de conocimiento de cada zona. El país que no cuide este aspecto se va suicidando', declaró Ontiveros que destacó, además, que la economía española es la peor de los países de la OCDE en índices de productividad sobre la que no avanza desde 1993.
Por su parte, el ministro de Industria José Montilla replicó que 'nuestra economía crece el triple que el resto de los países de la zona euro', además de apuntar que desde el Gobierno se ha detectado el problema y se actúa en base a la agenda establecida en Lisboa'. Montilla confirmó ayer que España presentará su programa nacional de reformas antes del 15 de octubre.
Por el salón del Ministerio donde se presentó el estudio se dejaron ver Luis Lada, consejero delegado de Telefónica, Juan Soto ex presidente de HP o el presidente de Spanair, Gonzalo Pascual.
Respecto al estudio, se incide en la dificultad de acceder a la financiación, el abundante papeleo y diversos factores socioculturales como freno para la capacidad de emprender en España. El informe inicia una serie de trabajos para impulsar la sociedad de la información y anunciar los retos tecnológicos que debe afrontar el país.
En este primer capítulo, el equipo de expertos financieros, económicos o fiscales que dirige Emilio Ontiveros, ha señalado que el retraso español en innovación tiene mucho que ver con la aversión al riesgo y el rechazo a la burocracia del tejido empresarial. Los dos problemas inciden, según los expertos, directamente en la economía nacional provocando un menor índice de renta por habitante.
El equipo de analistas apunta como solución un papel más activo de las Administraciones Públicas en el impulso de la innovación, eliminando las barreras detectadas e incidiendo en la educación de actitudes emprendedoras. Señala, igualmente, que la brecha que separa a España del resto de la Unión Europea es 'significativa'. Sin embargo, avista un futuro alentador derivado de la creciente inversión en telecomunicaciones y de las nuevas políticas de creación de empresas de base innovadora.
El estudio señala que un incremento del 0,1% en el gasto en innovación se traduciría en un alza del 1,2% de la renta por habitante. El gasto en tecnologías de la información en España representa el 1,8% del PIB