Las cajas quieren un blindaje frente a los estatutos autonómicos
Las cajas de ahorros han creado un comité que se encargará de elaborar las propuestas del sector ante posibles cambios legislativos derivados de los nuevos estatutos autonómicos. Con esta iniciativa, aprobada en el consejo de la CECA de ayer, las entidades pretenden impedir que las competencias sobre las cajas pasen a depender de las comunidades autónomas.
La propuesta del nuevo Estatuto catalán ha disparado la voz de alarma en las cajas de ahorros, al incluir un artículo que otorga plenas competencias sobre estas entidades a la Generalitat. El temor a que este proyecto se extienda a otras regiones, que también negocian en estos momentos la reforma de sus estatutos autonómicos, ha llevado al sector de cajas a tomar la iniciativa para blindarse ante esta posible situación en un futuro.
Con este objetivo, el consejo de la Confederación Española de las Cajas de Ahorros (CECA) aprobó ayer la creación de un comité, que estará integrado por presidentes y directores generales de las entidades. Este órgano, encabezado por el presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás, será el encargado de evaluar todas las posibles consecuencias de estos cambios y elaborar las propuestas del sector.
Riesgos
Según la opinión de expertos, una solución de este tipo podría derivar, por ejemplo, en que cada región pueda establecer a su antojo la estructura y composición de las entidades bajo su tutela, así como si su naturaleza jurídica es privada o pública. O, en el peor de los casos, una comunidad autónoma podría decidir la liquidación de una caja y sanear sus arcas.
'Existe una inquietud máxima en el consejo de la CECA sobre la posibilidad de que toda la regulación básica de las cajas pase a ser competencia autonómica y, por lo tanto, utilizable por todas las comunidades autónomas', dijo ayer Quintas.
El presidente de la CECA también recordó que el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló hace unos meses en un encuentro con las cajas que confiaba en que los cambios que se avecinaban en la regulación autonómica no provocaran un cambio del actual sistema de cajas. El comité, que abordará todas las posibles alternativas incluida una reforma más profunda del sector, emitirá un dictamen sobre esta materia. Sus recomendaciones serán presentadas a todas las fuerzas políticas, con el fin de alcanzar el mayor consenso posible entre los diferentes partidos y los intereses de las 46 entidades que componen el sector.
'La CECA siempre se ha obsesionado con que las modificaciones legislativas sean por consenso', apuntó Quintás, como ocurrió con la última modificación que afectó al sector, la Ley Financiera aprobada por el PP a finales de 2002. Añadió que se hará 'un diagnóstico honesto, estrictamente técnico y pensando en el bien del país y la supervivencia del sistema financiero'.
El presidente de la CECA se mostró ayer partidario de una nueva reforma de la ley de cajas, aunque matizó que ésta no debería hacerse en ningún caso de manera apresurada.
'Todo se puede perfeccionar con el tiempo. Pero los últimos cambios normativos (Ley Financiera y Ley de Transparencia) aún no se han completado en algunas autonomías', explicó Quintás.
Despolitización
De este modo, el máximo responsable de la CECA contestó al presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, que el pasado martes pidió el cambio de la legislación de cajas para evitar 'injerencias políticas'.
Quintás recordó a Rajoy que las cajas constituyen la mitad del sistema financiero, por lo que la renovación de sus normas 'no debe realizarse al impulso de una anécdota y en un momento que no sea el más oportuno'.
En la Ley Financiera se incluyeron una serie de medidas para impedir las injerencias políticas, como limitar a un máximo del 50% del peso de los partidos políticos en los órganos de gobierno de las cajas y establecer la irrevocabilidad de los mandatos de los consejeros. La Ley de Transparencia obligó al sector a presentar un informe anual de buen gobierno, en el que deben detallar entre otros aspectos los sueldos de los consejos y los créditos otorgados a los partidos que están representados en sus asambleas.
Y la realidad demuestra que el entendimiento entre partidos políticos es muchas veces posible. Sin ir más lejos ayer el presidente del PP en Andalucía, Javier Arenas, calificaba de 'histórico' el acuerdo entre el PSOE, PP e IU para nombrar sus representantes en los órganos de gobierno de la andaluza CajaSur, entidad fundada por la Iglesia.
Repercusión de la salida de las cajas de las empresas
'Sólo un incompetente no lo habría hecho'. Con estas palabras el presidente de CECA, Juan Ramón Quintás, justificó ayer la estrategia de las cajas iniciada en la década de los 90 y acentuada en los últimos años de entrar en el capital de las empresas. Quintás explicó que las cajas entraron en el sector industrial sustituyendo a los bancos cuando éstos comenzaron a replegarse. Las cajas querían compensar la baja rentabilidad que obtenían en el interbancario ante los bajos tipos de interés. 'Si no hubieran realizado este cambio de estrategia las cajas lo podrían haber pasado mal', añade. Quintás está convencido de que con los cambios normativos, como las NIC y en 2007 Basilea II, que penaliza estas inversiones, desembocarán en la salida de un gran número de cajas de las empresas. Ante lo que considera un hecho a medio plazo, Quintás alertó a los responsables políticos y económicos para 'que vayan preparando el terreno para la salida de las cajas de las empresas'. El presidente de CECA estaría a favor de que se limitará los derechos políticos de bancos y cajas sobre las empresas en las que participan, pero está rotundamente en contra de que sólo se les pudiese quitar a las cajas.
LA GENERALITAT CONTESTA
El consejero de economía de la Generalitat, Antoni Castell, señaló ayer que la redacción del estatuto 'ni quita ni pone una coma sobre lo que se estaba haciendo'. En algunos círculos se apunta que esta polémica surge justo en medio de la opa sobre Endesa.
El beneficio del semestre es de 3.160 millones
Las cajas de ahorros cerraron el primer semestre del año con un beneficio atribuido al grupo de 3.160 millones de euros. Al aplicarse por primera vez para todo el sector las nuevas normas de contabilidad (NIC), estas entidades no han podido realizar una comparación homogénea con el mismo periodo del año anterior para los grupos consolidados, razón por la que la CECA no ha facilitado una comparativa con junio de 2004. Las cajas ganaron un año antes 2.598 millones, pero con criterios contables diferentes. Para dar una orientación de como había ido el sector en el semestre Quintás explicó que el negocio de las cajas sigue muy bien. Según los datos individuales de las cajas (sin consolidar sus participaciones industriales) el beneficio creció el 17,7%. El crecimiento de los recursos de clientes fue en sólo seis meses del 13,6%, al alcanzar 590.401 millones de euros, y el de la cartera crediticia de un 15,6%, hasta llegar a los 523.205 millones. El tirón del negocio contribuyó muy positivamente en la mejora de los resultados, y compensó los menores ingresos por puesta en equivalencia de sus participadas, al no poder consolidar por participaciones inferiores al 20%.