Uno de cada tres accionistas de Cesky acepta la opa de Telefónica
Telefónica es ya le legítima dueña de un 69,4% del capital de la operadora checa Cesky Telecom. Así ha terminado la última adquisición de la compañía española, que primero se impuso a sus rivales en la privatización del 51,1% y luego lanzó una opa por las participaciones restantes de los minoritarios, cumpliendo las exigencias de la ley.
El periodo de aceptación de la oferta terminó el lunes y ayer se conocieron los resultados. Algo más de uno de cada tres accionistas ha aceptado las 456 coronas por acción ofrecidas por Telefónica, lo que supone sumar una participación del 18,3% a la que ya tenía y desembolsar 917 millones de euros.
En total, la factura de Telefónica en esta operación ha ascendido a 3.663 millones de euros, contando con los 2.746 millones pagados al Gobierno checo por el 51,1% inicial. Esta cifra es bastante inferior a la que hubiera tenido que desembolsar si todos los accionistas minoritarios hubiesen acudido a la opa, puesto que en este caso la factura sería superior a los 5.100 millones.
El número de adhesiones, por tanto, reduce el importe y a la vez demuestra, según fuentes de la operadora, que la mayoría de los accionistas de Cesky Telecom confía en la nueva gestión que va a implantar Telefónica y en el recorrido que tendrá la acción.
También confían en que se recupere el dividendo, suspendido en la última junta por los cambios accionariales. Y en este punto los analistas consultados por Bloomberg consideran que los resultados de la opa son una buena noticia, ya que el capital flotante se ha reducido al 30%. Eso puede animar a Telefónica a dar dividendos generosos; la mayoría se los va a quedar ella.
Con esta fase de la compra de Cesky Telecom concluye una de las operaciones que tiene en marcha Telefónica en estos momentos, pero no la única. La compañía española también tiene en el punto de mira a la telefonía fija colombiana, donde estudia adquirir la operadora estatal, las municipales o la primera con ayuda de las segundas. También está mirando a Túnez, después de presentarse ayer como candidata a la precalificación en la privatización del 35% de Tunisie Telecom, la compañía de telefonía fija y móvil del país.