California proyecta ayudas fiscales para frenar la 'fuga de rodajes'
California se convirtió a comienzos del pasado siglo en un imán para la incipiente industria del cine por numerosas razones. Su clima soleado permitía rodar interiores en el exterior y compensaba las limitaciones de la técnica fotográfica de la época. La zona ofrecía además una enorme variedad de paisajes y una importante ventaja: cercana a México, los productores podían poner rápidamente su equipo a salvo cuando los recaudadores de las oficinas de patentes llegaban con intención de cobrar. Décadas después, Hollywood se convertía en la capital mundial de la industria cinematográfica.
Pero hoy la competencia es mayor y California tiene cada vez más dificultades para atraer a las productoras. Otros Estados como Luisiana o Nuevo México acogen cada año más y más rodajes gracias a la concesión de ventajas fiscales para los estudios. En Luisiana, por ejemplo, el gasto de las productoras cinematográficas se multiplicó por seis entre 2002, cuando se modificó la legislación, y el pasado año. Mientras, el número de días de rodaje en Los Ángeles ha caído un 37% entre 1996 y 2004, según datos de la Corporación para el Desarrollo de la Industria del Entretenimiento (EIDC), y el número de empleados en el sector disminuye cada año desde 2000.
Para frenar la fuga de rodajes a otros Estados, California quiere introducir también ventajas fiscales. El proyecto de ley, iniciativa del demócrata Fabián Núnez, prevé la concesión de créditos fiscales de entre el 12% y el 15% para las producciones con al menos un 75% de días de rodaje en suelo californiano. Las deducciones tienen un tope de 3 millones de dólares por proyecto, pero son 'reembolsables': los productores que no estén obligados a pagar impuestos en California recibirán el dinero en metálico.
Amy Lemisch, productora y directora de la Comisión de Cine de California, una agencia gubernamental, explicó a este diario que 'además de Canadá, Australia y muchos países europeos, 19 Estados de EE UU ofrecen también ahora incentivos para las producciones cinematográficas'. 'Necesitamos una legislación para mantener los rodajes en nuestro Estado y poder aumentar el empleo, ayudar a las pequeñas empresas, generar ingresos fiscales y retener a nuestra industria insignia', añadió Lemisch.
La propuesta cuenta con el apoyo del gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, una cara conocida en Hollywood. Pero los republicanos, compañeros de partido de Schwarzenegger, han paralizado temporalmente el proceso de aprobación de la ley, que ahora tendrá que esperar a que se reanude la actividad en las Cámaras californianas a comienzos de 2006. Argumentan que su intención es ayudar a la industria del cine, pero no quieren dar preferencia a estas empresas frente a otros sectores.
La ley también ha sido rechazada por agrupaciones de contribuyentes, que creen que no se justifica en un Estado que acaba de recortar el gasto en educación y cuyo déficit alcanzará los 6.000 millones de dólares en el ejercicio 2006-2007, según cálculos de una agencia independiente. Tal y como está redactada actualmente, la nueva ley podría costar a las arcas del Estado californiano entre 50 y 100 millones de dólares anuales.