Filocolore monta una red de 49 tiendas de textil para el hogar
La nueva cadena de complementos textiles para el hogar Filocolore desarrollará una red de 49 tiendas propias en los próximos tres años. La inversión alcanzará siete millones de euros. La compañía no fabrica ninguna de sus colecciones, pero sólo encarga a China un 5% del total, para aumentar la proximidad con la demanda.
Las tres tiendas de Filocolore inauguradas en pocos meses se han convertido en la tarjeta de presentación de la red de establecimientos de complementos para el hogar que quiere promover la compañía formada mayoritariamente por empresarios textiles. El propio consejero delegado de Filocolore, Ramon Masó, fue uno de los propietarios del productor textil Monesal. 'Ahora ya no fabricamos, nos hemos centrado en el negocio comercial y encargamos nuestras colecciones', aseguró Masó.
La compañía ha invertido hasta el momento 1,8 millones de euros en la inauguración de sus primeros establecimientos, ubicados en Barcelona, Granollers y el centro comercial Gran Vía Sur. 'Queríamos probar todos los escenarios comerciales posibles, aunque me gustaría instalar una tienda en medio de una plaza pública', señala Masó. Precisamente, este es una de las características de la decoración de las tiendas, que se caracterizan por paredes desnudas para centrar la atención del cliente en los aparadores y la exposición interna, que consta de espacios con tendencias concretas, simulando habitaciones de una casa.
La filosofía de la oferta estriba en el color como base y en los tejidos naturales. 'Los diferentes escenarios concebidos en las tiendas combinan los colores que, después de muchos años de experiencia es lo que nos parece que aprecia más la gente. Más que los estampados', indicó Masó.
El plan de inversión de Filocolore contempla invertir hasta siete millones para conseguir una red de 49 tiendas propias de una superficie de entre 150 y 200 metros cuadrados. 'No es que no nos guste la posibilidad de franquicias. Lo que queremos es mantener el máximo control sobre la oferta de nuestras tiendas', señala Masó. La intención de la compañía pasa por crecer geográficamente primero en Cataluña, después en el resto de España y no descarta salir al extranjero. Aunque algún fabricante textil participa en el accionariado de Filocolore, la empresa no tiene ni producción propia ni contratos de exclusividad. El 30% de los proveedores son españoles y otro 40% son europeos. Las compras a China sólo representan el 5% del total. Este es un tema especialmente sensible para Ramon Masó, que presidió la patronal algodonera Aitpa, una de las más castigadas por las importaciones asiáticas a bajo precio.
'Seremos flexibles y compraremos donde nos haga falta, pero no creo que los encargos de productos textiles chinos aumenten mucho más allá de un 6% del total, porque necesitamos la mayor proximidad posible con el cliente para cambiar productos rápidamente', argumentó.
Los clientes renuevan su casa cada cuatro años de media
Una de las contradicciones del sector textil que Ramon Masó intenta contrarrestar en Filocolore es el esfuerzo inútil que muchas empresas realizan por sacar al mercado un gran número de colecciones. 'Los clientes renuevan la ropa del hogar cada cuatro años y de media, por lo que de poco sirve que saques una colección cada diez días', argumenta Masó. 'Lo que falta es comprender lo que busca el usuario', concluye.