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Componentes

Delphi afirma que Europa estará a salvo de una eventual quiebra en EE UU

El máximo responsable del fabricante de componentes para coches Delphi, Robert S. Miller, asegura que, aunque la empresa pueda declararse en quiebra en EE UU, su división europea, en crecimiento y con beneficios, no se verá afectada.

Robert S. Miller, presidente y consejero delegado de Delphi desde el pasado 1 de julio, el mayor proveedor de componentes para automóviles de EE UU, acudió al Salón del Automóvil de Fráncfort consciente de la necesidad de diferenciar la grave situación que atraviesa la empresa en EE UU, de los beneficios y crecimiento que registra Delphi en Europa: 'hay que distinguir dos situaciones: una parte en crecimiento, especialmente en Europa, donde se obtienen beneficios, al igual que en Asia y en América Latina. Mientras en Estados Unidos tenemos que resolver un problema de costes y no podemos continuar soportando las pérdidas de esta división', reconocía Miller durante un encuentro con periodistas celebrado en el Salón automovilístico alemán.

Actualmente Delphi está negociando con General Motors, ya que hasta 1999 formaba parte del fabricante automovilístico, y con su sindicato (UAW) intentando llegar a un acuerdo que permita a la compañía solventar los problemas financieros que han llevado a la división americana al borde de la quiebra.

Declararse en bancarrota

En el caso de que las negociaciones no concluyan de manera satisfactoria para Delphi, Robert S. Miller reconoce que la compañía tendrá que acogerse al capítulo 11 de la ley de bancarrota estadounidense. 'Pero, pase lo que pase, esta situación no tendrá consecuencias para nuestros clientes, ni cambiarán nuestros precios, ni los contratos que tenemos firmados', puntualiza Miller.

El presidente de Delphi quiere dejar claro que la situación de la compañía en el mercado europeo es muy positiva: 'No habrá impactos negativos en Europa donde los ingresos han crecido más de un 15% en los últimos cinco años y hemos recibido nuevos contratos por valor de 7.000 millones de dólares. Además, en Europa hemos diversificado nuestro negocio y el principal cliente (GM) sólo representa el 18%'.

Miller confía en que las negociaciones con los sindicatos y con GM concluyan de manera positiva y no tengan necesidad de someterse a la ley de quiebra. 'Aunque habrá que hacerlo si es necesario, pero espero que no tengamos que llegar a ese punto, aunque el tiempo para llegar a un acuerdo es corto'.

La compañía quiere finalizar las negociaciones antes del 17 de Octubre, fecha en la que se produce un cambio en la ley de bancarrota en EE UU. 'Con la actual ley conocemos cuál es el proceso, pero con la nueva no está claro', reconoce Miller. Según el responsable de Delphi, la empresa tendrá 'menos flexibilidad' para su reorganización con la nueva normativa y sólo dispondrá de 18 meses para presentar un plan de reestructuración.

Altos costes laborales

Según el presidente de Delphi, los problemas financieros por los que atraviesa la empresa en Estados Unidos se deben a los altos costes de mano de obra: 'pagamos a nuestros trabajadores entre 65 y 75 dólares por hora cuando nuestros competidores pagan entre 15 y 25 dólares. No podemos competir con estos costes', asegura Miller.

'Nosotros pagamos a cada trabajador la jubilación y un seguro de salud caro para el resto de la vida. Además, en EE UU, un empleado que trabaja 30 años en Delphi tiene una jubilación completa. Puede entrar a trabajar a los 20, retirarse a los 50 y estar jubilado más años de los que ha trabajado' argumenta el responsable del fabricante de componentes automovilísticos.

El presidente de la compañía reclama a los trabajadores que acepten unos contratos menores que 'nos hagan más competitivos'. Pero reconoce que 'habrá que dar incentivos para que acepten estos cambios. Lo que pido a GM es asistencia financiera para realizar esta transición'. A finales de 2004, Delphi anunció un plan de despidos que afectará a 8.500 trabajadores en todo el mundo.

ERE en una de las cinco plantas españolas

Delphi cuenta en España con cinco factorías: dos en Barcelona, una en Pamplona, una en Tarazona (Zaragoza) y otra en Puerto Real (Cádiz); y una plantilla de 4.600 trabajadores. El fabricante de componentes ha anunciado que esta semana presentará a la Junta de Andalucía un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para su planta en Puerto RealLos sindicatos han asegurado que aún no conocen el contenido de este plan, que podría suponer la prejubilación o la baja incentivada de entre 250 o 300 trabajadores, de un total de 1.700. Sin embargo, UGT y CC OO ya han firmado el acta final de negociación del plan industrial y el convenio colectivo de la factoría. El único sindicato que no ha participado en la firma de este acuerdo ha sido CGT al considerar necesario conocer previamente el contenido del ERE.

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