El grupo Auna recoloca a 770 empleados entre Ono y Orange
El grupo Auna ha fijado los cupos de trabajadores que se incorporarán a cada una de las dos empresas en que se segregará el operador integrado de telecos tras su venta en julio. La parte más complicada del reparto ha consistido en encajar a los 770 empleados de la estructura corporativa: 330 se incorporarán a Ono y 440 a France Télécom-Orange.
En el momento de su venta a France Télécom-Orange y a Ono, el pasado mes de julio, el grupo Auna tenía 4.520 empleados. La enajenación obliga a segregar estos activos humanos, igual que se ha hecho con el resto de los bienes del segundo operador de telecomunicaciones español.
El reparto de empleados entre las compañías compradoras debe estar decidido y plasmado en listas en la primera semana de octubre, según ha comunicado a los sindicatos la dirección de recursos humanos de la empresa en una reunión informativa que ambas partes han mantenido recientemente. En las listas deberá aparecer el nombre y apellido de cada implicado, así como el destino asignado.
La incorporación al nuevo puesto de trabajo se hará efectiva el 11 de noviembre, fecha en la que deben estar culminadas las operaciones de compraventa de acciones entre las empresas implicadas.
La plantilla conservará todos sus derechos en las nuevas empresas
En el encuentro entre la dirección y los sindicatos, según informan fuentes de Comisiones Obreras, se explicó que, a efectos de la segregación, se ha considerado que los 4.520 empleados de Auna están divididos en tres grandes colectivos.
El primero del ellos con 1.750 personas, lo componen aquellos trabajadores que prestan servicio en la división de telefonía móvil que vende sus productos bajo la marca Amena. En el segundo, integrado por 2.050 personas, se incluyen los profesionales que trabajan para Auna Telecomunicaciones, la división que explota las licencias de cable y telefonía fija del operador.
Por último, el tercer colectivo está compuesto por 770 trabajadores que prestan funciones corporativas en actividades tales como recursos humanos, dirección económico-financiera, relaciones exteriores, etc. En este grupo también se integran los 95 empleados de la división dedicada a prestar servicios a grandes clientes empresariales y organismos públicos.
Reparto
La parte conflictiva de la asignación de empleados tras la segregación de Auna se centra exclusivamente en el tercer colectivo, ya que el primero se incorporará automáticamente a disciplina laboral de France Télécom-Orange, y el segundo colectivo a la del Grupo Ono.
Según explicó la dirección de recursos humanos de Auna a los sindicatos, de los 770 trabajadores del colectivo integrado en la dirección corporativa, 440 se incorporarán a France Télécom-Orange y 330 a Ono. Entre estos últimos figurarán los 95 que trabajan en la división de grandes clientes del operador.
Las centrales sindicales y Auna han acordado que la operación de segregación de los recursos humanos se realice conforme a lo establecido en el articulo 44 del Estatuto de los Trabajadores. En dicho articulo se asegura el mantenimiento de los derechos adquiridos para los empleados que pasan de una compañía a otra, cuando la operación puede ampararse bajo la figura de la 'sucesión de empresas'.
La segregación de las plantillas de Auna está siendo gestionada por la dirección de recursos humanos del operador vendido. No obstante, un auditor contratado por Ono y un equipo de supervisión vinculado a France Télécom mantienen una vigilancia permanente sobre todo el proceso.
Lo sindicatos temen que las empresas compradoras realicen ajustes de plantilla a partir de noviembre.
Auna ha convocado a su junta de accionistas el 23 de septiembre. Además de aprobar la operación de venta de la compañía, en el orden del día se prevé la creación de una empresa a la que se incorporarán los activos que no se han vendido. El primero son los restos de la fracasada Quiero TV. El segundo es la participación del 17% en Hispasat. Las acciones de la empresa de satélites están en venta y hay dos ofertas en firme para comprarlas; una es de Eutelsat y otra de Mediapro.
La plantilla conservará todos sus derechos en las nuevas empresas
En el momento de su venta a France Télécom-Orange y a Ono, el pasado mes de julio, el grupo Auna tenía 4.520 empleados. La enajenación obliga a segregar estos activos humanos, igual que se ha hecho con el resto de los bienes del segundo operador de telecomunicaciones español.
El reparto de empleados entre las compañías compradoras debe estar decidido y plasmado en listas en la primera semana de octubre, según ha comunicado a los sindicatos la dirección de recursos humanos de la empresa en una reunión informativa que ambas partes han mantenido recientemente. En las listas deberá aparecer el nombre y apellido de cada implicado, así como el destino asignado.
La incorporación al nuevo puesto de trabajo se hará efectiva el 11 de noviembre, fecha en la que deben estar culminadas las operaciones de compraventa de acciones entre las empresas implicadas.
En el encuentro entre la dirección y los sindicatos, según informan fuentes de Comisiones Obreras, se explicó que, a efectos de la segregación, se ha considerado que los 4.520 empleados de Auna están divididos en tres grandes colectivos.
El primero del ellos con 1.750 personas, lo componen aquellos trabajadores que prestan servicio en la división de telefonía móvil que vende sus productos bajo la marca Amena. En el segundo, integrado por 2.050 personas, se incluyen los profesionales que trabajan para Auna Telecomunicaciones, la división que explota las licencias de cable y telefonía fija del operador.
Por último, el tercer colectivo está compuesto por 770 trabajadores que prestan funciones corporativas en actividades tales como recursos humanos, dirección económico-financiera, relaciones exteriores, etc. En este grupo también se integran los 95 empleados de la división dedicada a prestar servicios a grandes clientes empresariales y organismos públicos.
Reparto
La parte conflictiva de la asignación de empleados tras la segregación de Auna se centra exclusivamente en el tercer colectivo, ya que el primero se incorporará automáticamente a disciplina laboral de France Télécom-Orange, y el segundo colectivo a la del Grupo Ono.
Según explicó la dirección de recursos humanos de Auna a los sindicatos, de los 770 trabajadores del colectivo integrado en la dirección corporativa, 440 se incorporarán a France Télécom-Orange y 330 a Ono. Entre estos últimos figurarán los 95 que trabajan en la división de grandes clientes del operador.
Las centrales sindicales y Auna han acordado que la operación de segregación de los recursos humanos se realice conforme a lo establecido en el articulo 44 del Estatuto de los Trabajadores. En dicho articulo se asegura el mantenimiento de los derechos adquiridos para los empleados que pasan de una compañía a otra, cuando la operación puede ampararse bajo la figura de la 'sucesión de empresas'.
La segregación de las plantillas de Auna está siendo gestionada por la dirección de recursos humanos del operador vendido. No obstante, un auditor contratado por Ono y un equipo de supervisión vinculado a France Télécom mantienen una vigilancia permanente sobre todo el proceso.
Lo sindicatos temen que las empresas compradoras realicen ajustes de plantilla a partir de noviembre.
Auna ha convocado a su junta de accionistas el 23 de septiembre. Además de aprobar la operación de venta de la compañía, en el orden del día se prevé la creación de una empresa a la que se incorporarán los activos que no se han vendido. El primero son los restos de la fracasada Quiero TV. El segundo es la participación del 17% en Hispasat. Las acciones de la empresa de satélites están en venta y hay dos ofertas en firme para comprarlas; una es de Eutelsat y otra de Mediapro.
La plantilla conservará todos sus derechos en las nuevas empresasEn el momento de su venta a France Télécom-Orange y a Ono, el pasado mes de julio, el grupo Auna tenía 4.520 empleados. La enajenación obliga a segregar estos activos humanos, igual que se ha hecho con el resto de los bienes del segundo operador de telecomunicaciones español.
El reparto de empleados entre las compañías compradoras debe estar decidido y plasmado en listas en la primera semana de octubre, según ha comunicado a los sindicatos la dirección de recursos humanos de la empresa en una reunión informativa que ambas partes han mantenido recientemente. En las listas deberá aparecer el nombre y apellido de cada implicado, así como el destino asignado.
La incorporación al nuevo puesto de trabajo se hará efectiva el 11 de noviembre, fecha en la que deben estar culminadas las operaciones de compraventa de acciones entre las empresas implicadas.
En el encuentro entre la dirección y los sindicatos, según informan fuentes de Comisiones Obreras, se explicó que, a efectos de la segregación, se ha considerado que los 4.520 empleados de Auna están divididos en tres grandes colectivos.
El primero del ellos con 1.750 personas, lo componen aquellos trabajadores que prestan servicio en la división de telefonía móvil que vende sus productos bajo la marca Amena. En el segundo, integrado por 2.050 personas, se incluyen los profesionales que trabajan para Auna Telecomunicaciones, la división que explota las licencias de cable y telefonía fija del operador.
Por último, el tercer colectivo está compuesto por 770 trabajadores que prestan funciones corporativas en actividades tales como recursos humanos, dirección económico-financiera, relaciones exteriores, etc. En este grupo también se integran los 95 empleados de la división dedicada a prestar servicios a grandes clientes empresariales y organismos públicos.
Reparto
La parte conflictiva de la asignación de empleados tras la segregación de Auna se centra exclusivamente en el tercer colectivo, ya que el primero se incorporará automáticamente a disciplina laboral de France Télécom-Orange, y el segundo colectivo a la del Grupo Ono.
Según explicó la dirección de recursos humanos de Auna a los sindicatos, de los 770 trabajadores del colectivo integrado en la dirección corporativa, 440 se incorporarán a France Télécom-Orange y 330 a Ono. Entre estos últimos figurarán los 95 que trabajan en la división de grandes clientes del operador.
Las centrales sindicales y Auna han acordado que la operación de segregación de los recursos humanos se realice conforme a lo establecido en el articulo 44 del Estatuto de los Trabajadores. En dicho articulo se asegura el mantenimiento de los derechos adquiridos para los empleados que pasan de una compañía a otra, cuando la operación puede ampararse bajo la figura de la 'sucesión de empresas'.
La segregación de las plantillas de Auna está siendo gestionada por la dirección de recursos humanos del operador vendido. No obstante, un auditor contratado por Ono y un equipo de supervisión vinculado a France Télécom mantienen una vigilancia permanente sobre todo el proceso.
Lo sindicatos temen que las empresas compradoras realicen ajustes de plantilla a partir de noviembre.
Auna ha convocado a su junta de accionistas el 23 de septiembre. Además de aprobar la operación de venta de la compañía, en el orden del día se prevé la creación de una empresa a la que se incorporarán los activos que no se han vendido. El primero son los restos de la fracasada Quiero TV. El segundo es la participación del 17% en Hispasat. Las acciones de la empresa de satélites están en venta y hay dos ofertas en firme para comprarlas; una es de Eutelsat y otra de Mediapro.
Unicaja sigue en el proyecto
Unicaja ha renunciado a unas plusvalías de 110 millones de euros para continuar en el nuevo proyecto de telecomunicaciones junto a France Télécom, tras la venta de las participaciones en Auna de la mayoría de las empresas españolas que hasta julio era su socios en este operador. La entidad financiera confirmó ayer su decisión de mantener la participación que tiene en Auna a través de Unimediterráneo, sociedad constituida junto a Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y que actualmente cuenta con el 5,7% de la operadora.La caja andaluza atribuyó la decisión de permanencia a su 'convencimiento' de que la gestión de una 'experimentada operadora', en referencia a la compañía gala, generará a Auna un 'inestimable valor a medio plazo'.