CiU varía su plan de financiación para acercarse al tripartito
CiU presentó ayer la última y definitiva propuesta de financiación autonómica en las negociaciones con el tripartito catalán. El presidente del principal partido de la oposición, Artur Mas, destacó que su proyecto sigue basándose en el concierto económico solidario, al estilo del vasco, con una 'cuota de retorno' como el cupo.
La voluntad de consenso expresada por la mayoría de partidos catalanes en la pasada Diada del 11 de septiembre se plasmó ayer con la presentación por parte de Convergencia i Unió (CiU) de su propuesta definitiva de financiación autonómica, que suaviza algunos planes anteriores tachados de inconstitucionales. El presidente de la federación, Artur Mas, destacó que el cuarto proyecto presentado en las negociaciones con el tripartito mantiene su base en el 'concierto económico solidario'.
De esta forma, CiU pretende que la Generalitat recaude y administre en un futuro todos los impuestos que se pagan en Cataluña, con un pacto bilateral para el pago de los servicios que el Estado central presta en la comunidad, más una cantidad en concepto de solidaridad.
La cuota de retorno es un sistema similar al cupo vasco, que estaría ligado al rendimiento de los impuestos recaudados en Cataluña, pero se descarta la propuesta inicial del cálculo vinculado al PIB. Se trata de una modificación sustancial respecto a la primera intención de CiU, que se basaba en que la devolución al Estado no superara el 4% del PIB catalán.
Mas indicó que los impuestos se recaudarían en Cataluña por la Generalitat, 'pero una parte le correspondería al Estado, que los cobraría con un porcentaje fijo'. En cualquier caso, la cantidad a entregar al Estado central se tendría que decidir en una comisión bilateral entre las dos administraciones.
Sobre el blindaje de la financiación, Mas propuso una cláusula que contempla el principio de la subsidiariedad, otra coincidencia con el PSC, lo que significa que en caso de conflicto con el Gobierno central prevalezca la ley autonómica.
En todo caso, las propuestas de CiU, que plantea como su última oferta para pactar el Estatuto, no parecen asumibles para el Gobierno central. Desde La Moncloa se ha insistido en que el modelo de financiación no debe pactarse bilateralmente entre Madrid y Cataluña a través del Estatuto, como sigue proponiendo CiU, sino en común con todas las comunidades.
Un plan 'definitivo' para una negociación difícil
El consejero jefe de la Generalitat, Josep Bargalló, de ERC, reconoció ayer la voluntad de acercamiento de CiU en su última propuesta. Además valoró que las novedades se centren en el terreno de la financiación autonómica, aunque reconoció que la negociación será difícil. El PSC también observó más voluntad de entendimiento, pero evitó pronunciarse sobre el plan hasta que el Gobierno lo estudie. Los socialistas intentaron acercar posiciones reforzando la referencia a los derechos históricos en el Estatut, con una enmienda provisional para ampliar el redactado que el Consejo Consultivo consideró constitucional.Mas señaló que 'no se trataba de un ultimátum', pero que el texto presentado ayer era el 'definitivo'. El tripartito necesitaría del concurso de CiU para la aprobación del Estatuto porque son obligatorios los dos tercios del Parlamento catalán.