Francia desoye a la UE y dará ayudas fiscales por la subida del petróleo
Francia anunció ayer la próxima aprobación de ayudas fiscales a agricultores, pescadores y transportistas, que sirvan de compensación a estos colectivos por el fuerte encarecimiento del petróleo.
Si bien, el empleo sigue siendo la primera preocupación del francés medio, el imparable repunte del precio del crudo empieza a mostrar los primeros signos de inquietud del Ejecutivo galo, siempre temeroso de la reacción popular. Así, las quejas de varios colectivos llevaron ayer al primer ministro, Dominique De Villepin, al anuncio de ayudas destinadas a los profesionales 'que hacen frente a auténticas dificultades'.
'Pienso en los agricultores, pescadores y conductores de taxi. Para ellos, vamos a presentar respuestas que les permitan superar este momento difícil ', según explicó en la emisora de radio local RMC, pero sin especificar cuáles. Su concreción se hará pública hoy, aprovechando la reunión de Villepin con representantes agrarios.
El anuncio contraviene lo acordado el viernes en Manchester (Reino Unido), en la reunión informal de ministros de Economía de la zona euro (Eurogrupo), y en la de titulares de Finanzas de los 25 (Ecofin), un día más tarde en la misma ciudad. En las dos citas, los ministros se comprometieron a no aprobar ayudas fiscales directas a los sectores afectados por el petróleo, dado que se presume que, a diferencia de anteriores crisis energéticas, el precio del barril no ha alcanzado cotas pasajeras sino permanentes.
De momento, De Villepin aclaró ayer que las ayudas francesas no se fundamentarían en recortes de impuestos sino, más bien, en devoluciones tributarias a ciertos sectores, medidas que, a pesar de todo, encajarían mal con el acuerdo de Manchester.
El copresidente de la Federación Nacional de Transportistas (FNTR), Françoise Branche, avanzó ayer que las ayudas llegarán también a su sector. Primero mediante una indexación de sus tarifas a la evolución de los carburantes. En segundo lugar, elevándose las desgravaciones fiscales (de 366 a 700 euros en el impuesto profesional) de las que ya goza el gremio, con efectos retroactivos desde enero de este año. El Gobierno francés prevé gastarse en desgravaciones fiscales 400 millones de euros frente a los 220 actuales.
La salida de juego de Francia, podría ser utilizado por otros países para hacer lo mismo, como ya ocurrió hace cuatro años con Italia y Alemania. De momento, El Gobierno portugués no descarta medidas adicionales similares a las del Ejecutivo galo.
España, sin embargo, se mantiene fiel a las tesis de la Comisión Europea, que coinciden con lo expuesto en Manchester. El Ministerio de Fomento estudia medidas que puedan ayudar a colectivos implicados (transportistas) pero nunca de carácter fiscal. Mientras, la patronal del transporte de mercancías Fenadismer (una de las más importantes aunque no la mayoritaria), mantiene la huelga convocada para el 19 y 20, como presión para obtener compensaciones. Otra asociación, Asintra (transporte de viajeros), solicitó ayer a la administración una subida del 4,3% de las tarifas que aplican por los servicios regulares.
En Francia, el Ejecutivo no sólo está dispuesto a ofrecer ayudas por el alza del petróleo para recuperar la confianza del electorado. El ministro de Economía, Thierry Breton, anunció ayer que los desempleados de larga duración y los que reciben el salario mínimo se beneficiarán de una reducción fiscal de hasta 1.500 euros si acceden a un empleo que diste más de 150 kilómetros de su hogar.
De no alcanzar la base imponible, la ayuda se traducirá en un cheque por esta misma cantidad. El objetivo, 'reforzar la movilidad' geográfica en un país que cuenta con 500.000 empleos vacantes, en su mayoría en la restauración y la construcción. En España, los trabajadores cuentan con un beneficio fiscal similar en el IRPF. La medida en Francia, que también prevé una reducción fiscal por el alquiler del nuevo alojamiento, se aplicará hasta diciembre de 2007.