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Motor

Red Bull compra Minardi, la histórica escudería de Fórmula 1

El modesto equipo, por el que han pasado casi todos los pilotos españoles, perderá su nombre en 2006

Adiós a Minardi. La escudería italiana fundada en 1979 por Giancarlo Minardi pasará a partir del 1 de noviembre a manos del multimillonario austriaco Dietrich Mateschitz, propietario de la marca de bebidas Red Bull, y dueño, desde finales del año pasado, de otro equipo de Fórmula 1 tras la compra de Jaguar a Ford. La operación, anunciada este fin de semana en el circuito de Spa-Francorchamps, permitirá a Red Bull contar con dos equipos el año que viene en la parrilla, aunque, según anunció la empresa, 'funcionarán de forma independiente y competirán entre sí en cada circuito'.

La desaparición de Minardi -cuyo nombre futuro aún está por decidir- tiene elementos nostálgicos. A pesar de ser la más modesta de las que componen el circo de la Fórmula 1, por sus volantes han pasado pilotos tan ilustres como Fisichella, Trulli, Webber o el propio Fernando Alonso. De hecho, todos los españoles que han participado en la Fórmula 1 moderna, a excepción de Pedro Martínez de la Rosa, se foguearon al volante de los monoplazas de la escudería de Faenza. Adrián Campos, Luis Pérez Sala, Marc Gené y Alonso tuvieron la oportunidad -en el caso del asturiano, casi la obligación, a instancias de su actual equipo- de debutar en el Circo con un equipo que nunca ha ganado una carrera pero que ha sido la puerta de entrada para muchos pilotos.

Minardi fue la primera escudería que llevó en su chasis la publicidad de una empresa española. En las temporadas de 1987 y 1988 la textil Sáez Merino, cuyo presidente, Vicente Sáez Merino, es un apasionado de los coches, patrocinó la entrada de Adrián Campos en unos monoplazas que lucieron las marcas Lois y Cimarrón.

La historia de Minardi ha sido tortuosa. Los malos resultados deportivos desde su llegada en 1985 a la Fórmula 1 le impidieron obtener buenos patrocinadores que esquivaran una situación económica que se agravaba con el tiempo. En 1996 Giancarlo Minardi vendió el 70% del equipo a Flavio Briatore, actual director del equipo Renault, que tenía previsto revenderla a British American Tobacco (impulsora de la actual BAR Honda). Pero el negocio no cuajó, y se le revendió a Minardi. En 2001 el millonario australiano Paul Stoddart se hizo con un equipo que estaba al borde de la quiebra. Stoddart marcó una política de reducción de costes y, a pesar del poco peso deportivo, consiguió hacerse un hueco en los despachos, vinculando en ocasiones su voto a favor de los intereses de los grandes equipos frente a las intenciones de la FIA a cambio de, por ejemplo, optar a motores más baratos.

No es un aspecto baladí este. De hecho, Red Bull justifica la compra de Minardi en dos puntos: el primero, contar con más volantes para la amplia nómina de pilotos que tiene (sería como un equipo junior) y, segundo, 'tener dos votos en cualquiera de los asuntos que afecten al futuro de la Fórmula 1'. Hay que destacar que Red Bull es, junto a Ferrari, el único equipo que ha firmado la prolongación hasta 2012 del polémico Pacto de la Concordia, impulsado por la FIA y el patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone. La mayor parte de las grandes escuderías se oponen a este pacto y amenazan con crear un campeonato paralelo si no pueden acceder a un trozo mayor del pastel económico que generan las carreras.

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