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Buen gobierno

La fidelidad entre empresa y auditor retrocede en aras de la transparencia

Las firmas auditoras viven un cambio de tendencia que, aunque de momento puede calificarse de prudente, mantiene en alerta a los socios de estas sociedades. Se trata de la aparición de los concursos de auditoría entre las empresas cotizadas. Una tendencia que inició Telefónica el pasado año, cuya decisión removió los cimientos de las firmas y que se ha reproducido en algunas otras compañías como Unión Fenosa.

La adaptación al cambio de las auditoras está comenzando a quedar fuera de toda duda. El mercado se mueve y en opinión de algunas firmas, va a hacerlo más en el futuro. Así lo asegura, por ejemplo, el socio responsable de auditoría de KPMG, Antonio Fornieles, para quien los cambios de auditores que se están produciendo son consecuencia de la reordenación del mercado que implicó la desaparición de Andersen y de la mayor independencia y responsabilidad que se ha otorgado a los consejos de administración tras las reflexiones e incremento de la regulación sobre gobierno corporativo posterior a los escándalos contables.

Es una tendencia que, en opinión del socio de KPMG se ve reforzada en España por el 'atípico grado de concentración del mercado de auditoría, especialmente llamativa en algunos sectores de actividad, que no tiene comparación en otros mercados financieros y que ha hecho ver la conveniencia de introducir a otros auditores'.

Fornieles señala que la tendencia a abrir concursos de auditoría va a seguir. 'Hay un número significativo de sociedades cotizadas que nos han manifestado su intención de cambiar de auditor', afirma.

Los auditores creen que la transparencia no es razón para cambiar de firma

Lo cierto es que empiezan a atisbarse cambios que afectan a la tradicional fidelidad de las sociedades con sus auditoras (muchas empresas llevan décadas con la misma firma). La decisión de cambio más sonada se produjo el año pasado cuando la de Telefónica adujo razones de buen gobierno para cambiar de auditora.

Este mismo verano, Unión Fenosa comunicaba a la CNMV su intención de proponer en la junta de accionistas la designación de una nueva compañía de auditoría después de 22 años con Deloitte y tras realizar un concurso en el que participaron las cuatro grandes y alguna de las medianas.

Como en el caso de Telefónica las razones de buen gobierno han pesado, según las explicaciones de la eléctrica a la hora de tomar la decisión del cambio de firma. No se trata de los únicas sustituciones de firmas en los últimos años. En los últimos años se han producido algunos movimientos. En 2002 Inditex cambió a Andersen por KPMG y en 2003 Enagás dejó a PricewaterhouseCoopers para irse con Deloitte. Pero en el caso de Telefónica o Unión Fenosa el cambio se ha vinculado directamente el cambio con el buen gobierno.

Se trata de una explicación que no convence en absoluto a algunas auditoras. Tampoco a Deloitte que, además, en ambas ocasiones ha sido la firma perjudicada por el concurso. Para el socio director de esta firma, Rafael Cámara, el cambio por el cambio no tiene nada que ver con el buen gobierno de las empresas. Incluso puede llegar a ser contraproducente. Cámara recuerda en este sentido que en Estados Unidos las empresas cotizadas están obligadas no sólo a comunicar el cambio de auditor.

También tienen que argumentar las razones del cambio que, posteriormente, deberá ratificar la auditora sustituida. Se trata de evitar que las empresas se vean tentadas a cambiar de firma en el caso de que surja algún tipo de discrepancia con el auditor.

Pese a todo el socio de Deloitte reconoce que las comisiones de auditoría son un elemento nuevo y que entre sus responsabilidades se encuentra la de realizar un balance periódico de la marcha de las auditorías de la empresa. 'Pero en cualquier caso la realización de un concurso de auditoría debería ser una decisión estrictamente empresarial. Que no es esgriman razones distintas a las reales'.

Tendencia al alza

El consejero delegado de Ernst & Young, José Miguel Andrés, afirma que se está notando una tendencia de cambio. 'Telefónica ha sido uno de los más notorios, pero no el único', señala y añade que la tendencia del cambio va a seguir. 'La cuestión de si cambiar o no de auditor va a estar en la agenda de los consejos de administración en los próximos años. Eso no quiere decir que todo el que inicie un proceso de cambio lo haga finalmente'. Es precisamente lo que sucedió con Bankinter que en octubre del pasado año realizó un concurso de firmas para ver si continuaba o no con PwC. Finalmente el banco decidió no cambiar.

'Es una buena medida el hecho de que las comisiones de auditoría se planteen con cierta periodicidad si seguir con el mismo auditor o no', asegura el consejero delegado de E&Y. 'El proceso mismo añade valor a la calidad del trabajo de los comités de auditoría y los pros y los contras son un elemento sano que puede beneficiar al auditor y a la empresa', añade. Los socios de PwC coinciden en apuntar que el buen gobierno por sí mismo no es una razón para cambiar de auditor , sino que la decisión de una posible sustitución se debe basar en la búsqueda de la máxima calidad. 'Las empresas, y el mercado en general, son cada vez más conscientes de la importancia de los trabajos de auditoría y antes que nada buscan calidad. æpermil;sta es y será cada vez más la razón fundamental para cambiar de auditor', explican.

Una oportunidad para las firmas medianas en España

Saben que no se trata de un cambio radical y que al menos de momento los cambios de auditora no van a producirse en tropel. Sin embargo, el mercado comienza a moverse y las medianas auditoras están encantadas. El último de estos cambios, protagonizado por Unión Fenosa, ha permitido la entrada en el concurso de BDO Audiberia, una de estas firmas medianas. 'No ganamos pero estuvimos allí y pudimos demostrar lo que hacemos. Es un síntoma de una apertura moderada del mercado', señala Alfonso Osorio socio director de BDO Audiberia. Es una opinión que comparte Javier Estellés, socio director de Laes Nexia, quien considera que los concursos suponen una oportunidad para las firmas medianas de auditoría 'porque, aunque no es fácil que podamos conseguir la auditoría de alguna Ibex 35, sí creo que estamos en posición de prestar un servicio de calidad a empresas cotizadas como ya lo estamos prestando a algunas empresas que no cotizan pero tienen un volumen de negocio importante'Pero al margen de las ventajas Estellés también considera que existen algunos peligros. 'Si no se tiene cuidado, los concursos pueden llevar a una excesiva rotación de firmas de auditoría, lo que va en detrimento de la calidad del trabajo. Una rotación demasiado elevada es ineficiente para ambos, auditor y empresa auditada'. También señalan el peligro de que los concursos de auditoría puedan ocultar un intento por rebajar los honorarios. 'Si los concursos ponen demasiado énfasis en el precio más que en la adecuada prestación del servicio, esto generará una presión a la baja en los honorarios de los auditores', explica Estellés. El socio director de BDO Audiberia considera de la misma manera que hay que estar alerta para que los cambios de firma no oculten intentos de rebaja de honorarios.

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