El campeonato, al alcance de Alonso este domingo
El mítico trazado de Spa Francorchamps (Bélgica) puede ser el escenario en el que Fernando Alonso se proclame campeón del mundo de Fórmula 1. Es el primer match point para el piloto español que, para conseguirlo, deberá lograr al final de la carrera cuatro puntos más que su único rival, el finlandés Kimi Raikkonen. El domingo, pasadas las tres y media de la tarde, se sabrá ya si Alonso se convierte en el primer español en obtener un campeonato del mundo en el exclusivo mundo de la Fórmula 1. Si no es así aún tendrá tres oportunidades más. Muy mal le tendrían que ir las cosas al asturiano de aquí al final del campeonato para que el título no sea más que cuestión de tiempo.
El trazado belga es el preferido de Alonso. En realidad lo es de casi todos los pilotos, con el Eau Rouge como punto clave, allí donde los pilotos sienten una sensación única con una subida y una bajada a más de 310 kilómetros por hora que prácticamente comprime el cuerpo. Un circuito muy rápido y exigente que beneficia a McLaren, aunque no hay que olvidar que aquí se proclamó Alonso campeón del mundo de kárting.
Dos son las claves que marcan este gran premio. De la primera ya tomaron buena nota el viernes los pilotos. El clima en esta zona de Bélgica es impredecible. A las dos de las tarde, cuando tocaba salir a la segunda tanda de entrenamientos libres, cayó un chaparrón impresionante sobre el trazado que impidió a los pilotos marcar tiempos. La posibilidad de que en los entrenamientos oficiales o en la carrera descargue la lluvia es alta. Nadie, excepto quizá los Ferrari, quiere una carrera sobre mojado que la convierta en una lotería.
La otra clave es la fiabilidad. Las altas velocidades constantes que se alcanzan en Spa exigen mucho al motor. Tanto que la preocupación se había instalado tanto en McLaren como en Renault. Los Mercedes de las flechas plateadas han demostrado este año no estar a la altura de los propulsores franceses en cuanto a fiabilidad, especialmente cuando están en manos de Raikkonen. El motor del finlandés encara este fin de semana su segunda carrera y lo mucho que lo forzó en Monza la semana pasada hace dudar a los mecánicos sobre si será capaz de aguantar. Mala señal fue que Montoya tuviera que cambiar su motor nuevo antes de la primera sesión de entrenamientos libres. No se descarta que Kimi acabe también sustituyendo el propulsor. Mejor perder 10 puestos en la parrilla que no acabar la carrera, lo que pondría el título en bandeja a Alonso.
En Renault, la preocupación venía por contagio. El motor de Fisichella parece arrastrar algún problema y, aunque el de Fernando ha pasado los tests previos sin contratiempos, el hecho de que sean motores iguales levanta el temor de que las pegas se reproduzcan.
Alonso, de momento, hizo descansar el coche ayer. No salió en los primeros libres, sesión en la que Raikkonen marcó el mejor tiempo. Cuando se configure la parrilla se resolverán algunas dudas. 'Es difícil ganar el Mundial aquí, porque básicamente depende de que Kimi se retire y no creo que ocurra', dijo Alonso. El asturiano estará al resto de su primer match point.