Rajoy intenta asegurar una respuesta unitaria del PP al pacto sanitario
El presidente del PP, Mariano Rajoy, se reunió este viernes con los responsables autonómicos del partido para fijar la estrategia a seguir este sábado en la Conferencia de Presidentes. Su objetivo es dar una respuesta uniforme al Gobierno.
El hecho de que gobiernos autonómicos como el valenciano o el de Murcia mostraran el pasado jueves su satisfacción por la última oferta presentada por el vicepresidente Pedro Solbes para reformar la financiación sanitaria, puso en guardia a los máximos dirigentes del PP, temerosos de que en la reunión de este sábado no se ofrezca al Gobierno una respuesta unitaria. Para evitar, precisamente, este riesgo, Rajoy volvió a reunir el viernes a los presidentes de su partido, con los que ultimó la estrategia a seguir en la Conferencia.
En la dirección del PP se reconoce que los intereses del partido y los de las nueve comunidades que éste gobierna están enfrentados. Mariano Rajoy no quiere proporcionar a José Luis Rodríguez Zapatero un triunfo político en la Conferencia que se celebra este sábado, pero es consciente de que a las comunidades autónomas les urge alcanzar un acuerdo que alivie sus arcas e introduzca cambios en la financiación sanitaria. La Comunidad Valenciana y la de Baleares, ambas gobernadas por el PP, figuran entre las más endeudadas por la prestación de los servicios sanitarios.
Para ganar margen de maniobra, el PP insistió públicamente en la necesidad de que el Gobierno le trasladara su oferta final antes del inicio de la Conferencia, con el fin de que pudiera ser analizada por los técnicos. De lo contrario, advirtió el consejero de Hacienda de la comunidad valenciana, Gerardo Camps, sería imposible el acuerdo. Estas circunstancias hacen previsible que este sábado no se firme pacto alguno y que se produzca una división entre las comunidades según su signo político, para más tarde solventar sus diferencias en otra convocatoria del Consejo de Política Fiscal.
Con todo, Solbes ofrecerá un aumento sustancial de la partida presupuestaria inicialmente comprometida (1.000 millones entre 2006 y 2007), así como la posibilidad de consolidar esta inyección de recursos hasta que se alumbre un nuevo modelo de financiación autonómica.