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Secretos de despacho
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Transparencia en Tiempo BBDO

Impecable. Así podríamos definir la imagen que ofrece el consejero delegado de la agencia de publicidad Tiempo BBDO, Javier Taboada. Su espacio de trabajo es fiel reflejo de la apariencia y del atuendo. Todo en orden, luminoso, funcional y decorado en tonalidades claras y confortables. Madrileño de 45 años, requiere que todo esté en su sitio, tarea difícil en un sector tan anárquico como el publicitario. 'Es complicado, pero es necesario porque tienes que estar pendiente de lo que haces tú como empresa y de lo que, por supuesto, hace la competencia', señala Taboada, licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de Georgia y especializado en la rama de marketing.

A su alrededor hay armonía: los muebles son blancos, un color fresco que aporta luz a una estancia, con un tabique de cristal opaco que favorece cierta intimidad. La única nota llamativa la pone la alfombra de color naranja. Y si uno observa con detenimiento, tiene muy presentes referencias a una de sus grandes pasiones, que tiene que ver con todo lo relacionado con el agua, por ejemplo, una fotografía de Ribadesella (Asturias), localidad de la que procede su familia materna. 'Me encanta todo lo que tiene que ver con el surf sin vela y con el mar. Por eso me gusta, mientras trabajo, que me acompañen algunos de esos elementos'.

Se define como un ejecutivo bastante flexible y sobre todo alegre. 'En el trabajo hay que buscar la diversión, sobre todo en este campo en el que se requiere dedicación en cuerpo y alma'. Es el peaje que se paga por emplearse en una empresa de servicios. Suele trabajar más de diez horas diarias y hay algunos fines de semana que no tiene más remedio que sacrificarlos. 'Llevo 20 años dedicado a esta profesión, y a pesar de tener familia y de que con los años se lleva peor, si te gusta lo que haces te compensa'.

Como en todo, recomienda tener vocación. 'En publicidad, al final es muy gratificante encender el televisor y ver tu trabajo', afirma Taboada. Hace cuatro meses que ha estrenado despacho, en uno de esos edificios denominados inteligentes, próximo al parque ferial de Madrid. Desde su mesa de trabajo puede contemplar cada día escenas, que él califica como románticas al paso de los trenes. Esa imagen, asegura, templa los nervios.

La competencia entre las distintas empresas que integran el sector es feroz. 'Somos casi 3.000 agencias, aunque el grupo de las grandes lo forman 30 compañías. Es un examen continuo y hay que ofrecer resultados. Se genera mucho estrés'. El trabajo del publicista va más allá de la creatividad. 'Jugamos un papel psicológico con los anunciantes, ya que te involucran en sus vidas y problemas. No exigen que realices ese trabajo, pero lo esperan. Todas las empresas de servicios tienen que ofrecer ese trato personal'.

En Tiempo BBDO trabajan 130 personas, procedentes de un buen ramillete de titulaciones, entre las que se encuentran abogados y economistas. 'Tenemos todo tipo de combinaciones, pero independientemente de su formación lo que necesitamos es gente inquieta, con espíritu creativo, a la que no le gusta la rutina. æpermil;l, además, intenta aportar pasión a un trabajo que después 'de tantos años me sigue apasionando, ya que se trata de buscar nuevas formas e ideas que generen al final resultados'.

Para quien no lo sepa, Javier Taboada se considera una persona muy exigente, 'para mi desgracia'. Y lo justifica de la siguiente manera: 'He crecido en el mundo de la exigencia y hay que saber exigir, pero esto no se debe confundir con el autoritarismo. Más allá de todo esto, tienes que pedir autocrítica'. Su gran reto es gestionar equipos que funcionen solos. 'Si tengo que estar encima de todo, eso significa que como directivo algo habré hecho mal', añade. En este sentido, apunta además que no le gustan las divisiones en el trabajo. 'En el negocio de las ideas es fundamental la participación de todos los que trabajamos en la compañía. A mí no me gusta estar encerrado en despachos'. Por tanto, señala que su puerta siempre está abierta y que si algo le gusta es compartir, dice, su carácter afable con todo el personal.

Un piloto frustrado y surfista

Iba para piloto, pero en el camino se frustró la vocación. Javier Taboada pertenece a una familia con tercera generación de pilotos, pero en su caso no pudo ser. La otra alternativa que barajó fue ser director de cine. Tampoco fue posible. 'Para ser piloto tenía que hacer unas oposiciones, pero después de tres intentos y con 22 años decidí abandonar. Mi padre se quedó frustrado, pero fue comprensivo conmigo'. Se marchó a Estados Unidos, trabajó en el campo, se sacó la licencia para pilotar avionetas y comenzó a estudiar Dirección de Empresas.Cuando regresó tenía 26 años y comenzó a trabajar en la agencia de publicidad McCann Erickson. Después se forjó en otras compañías del sector como Euro RSCG, De Federico, Valmorisco y Ochoa y Tiempo BBDO. Lo que si tiene muy presente y de ello hay alguna muestra en su despacho, es de su afición y de sus triunfos con el surf, pero aclara que a la modalidad de sin vela.De su pasión por el cine le viene otra de sus aficiones: la edición de películas en el ordenador. 'Me entretiene muchísimo y me relaja', explica este ejecutivo que sobre su mesa tiene varios objetos, como alguna lata de Pepsi, relacionados con algunas de las campañas que tiene entre manos. 'Necesito sentir el producto, tenerlo cerca, empaparme de la marca'.

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