El petróleo y los 100 dólares
No tengo ni idea de hacia dónde se dirigen los precios del petróleo en el medio y largo plazo'. La sinceridad es importante. Sobre todo en un mundo, el bursátil, donde la premura conduce demasiado a menudo a decisiones poco meditadas. Stephen Roach, economista jefe de Morgan Stanley, es quien confesaba la incertidumbre sobre la evolución del barril. Pero no ha dudado en recortar las previsiones de crecimiento a lo largo del mundo por el movimiento ya registrado en el Brent.
El petróleo ha subido un 50% sobre los niveles de 45 euros de hace un año, niveles que ya desataban previsiones apocalípticas. Hoy, con el barril rondando los 70, este debate y estas previsiones han saltado a la calle, a la vista de que llenar el depósito es tan caro como una multa de aparcamiento. La pregunta de si llegará a 100 dólares -el barril- es ya recurrente. El hecho de que Stephen Roach no se atreve a contestar invita a pensar que el debate va a durar para rato. Y significa, también, que Roach no encuentra motivos que impidan que este nivel se alcance en algún momento.
Hace unos meses, los analistas señalaban que se había producido un cambio estructural en el mercado de petróleo por la irrupción de China e India. De forma paralela, el mercado estaba pagando los desajustes derivados de la falta de inversiones en la última década. La recuperación económica y el riesgo geopolítico han hecho el resto. Como los ajustes en este mercado -menor demanda por el menor crecimiento, exploración de nuevos yacimientos o sustitución de combustibles- son lentos, aún perdura este desequilibrio entre oferta y demanda.
Si el petróleo llega o no a 100 dólares dependerá de la capacidad del mercado para absorber el choque petrolero. Pero, como señala Roach, cuanto mayor sea el pico de los precios mayores serán los incentivos a cambiar petróleo por otras energías, a hacer más eficiente el consumo, a no gastar o a buscar petróleo en agujeros más profundos. Así se sentarán las bases para un ciclo descendente, según el viejo guión de la destrucción creativa.