Goldman se queda en Wall Street, al contrario que sus rivales
Al contrario de lo que muchas otras firmas financieras han hecho durante los últimos 40 años, Goldman Sachs ha decidido permanecer en Wall Street, la zona en torno a la Bolsa de Nueva York que simboliza el capitalismo estadounidense. La mayor firma de valores del mundo construirá su nueva sede frente al solar donde se alzaban las Torres Gemelas, destruidas en los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
La Battery Park City Authority, corporación del Estado de Nueva York encargada del desarrollo de la zona oeste del bajo Manhattan, aprobó hace dos semanas un contrato de arrendamiento con la compañía. El proyecto, de 2.000 millones de dólares, conlleva ventajas fiscales y créditos por 1.600 millones a bajo interés.
El acuerdo mantiene a Goldman entre el puñado de compañías financieras que siguen teniendo su domicilio social en los tres kilómetros cuadrados del extremo sur de la isla de Manhattan. Las autoridades de Nueva York esperan que el compromiso de la firma de mantener allí su base de operaciones bursátiles y más de 9.000 empleados hasta 2028 contribuya a atraer inquilinos a una zona que ha experimentado enormes cambios desde que el First National City Bank of New York, predecesor de Citigroup, abandonó el lugar en 1961. Sólo en los 10 últimos años, el bajo Manhattan ha perdido 2,32 millones de metros cuadrados de oficinas, según la inmobiliaria Colliers ABR. Cerca de 1,39 millones de estos metros se perdieron a raíz del 11-S, y el resto han sido convertidos a viviendas. Así, el mercado de oficinas de la zona se ha reducido un 22% en apenas una década.
Liberty Development, corporación municipal de fomento y filial de Empire State Development, autorizó a Goldman hace tres semanas a vender bonos Liberty, exentos del pago de impuestos, por 1.600 millones. Los bonos tendrán un rendimiento de unos 6 puntos básicos por encima del de las obligaciones del Tesoro de Estados Unidos, en comparación con unos 127 puntos básicos los bonos corporativos que Goldman vende.
En abril, Goldman canceló un plan anterior de construir la torre por el posible riesgo que supondría un túnel que se iba a hacer delante del solar y algunas dudas en cuanto a los planes de construcción para los terrenos del World Trade Center. El nuevo plan de Goldman se convino después de que el Estado de Nueva York cancelara el proyecto del túnel y accediera a modificar los planos de la Torre de la Libertad, rascacielos de 541 metros, que se alzará a una manzana al sur de la nueva sede de la firma financiera.
'Este proyecto es un estímulo importante para el desarrollo del bajo Manhattan', sostiene el alcalde neoyorquino, Michael Bloomberg, en un comunicado. El pasado 12 de agosto, el edil afirmaba que la necesidad de mantener la jefatura de Goldman en el bajo Manhattan justificaba los préstamos baratos y las ventajas fiscales otorgados a la compañía. La torre de Goldman, de construirse, será la primera sede corporativa erigida en el bajo Manhattan en 16 años. La firma espera instalarse en su nueva oficina en 2009 y, para 2019, haber creado unos 4.000 empleos nuevos.